«Hemos visto un cañón negro de medio metro de largo»

Un joven recibió un disparo de escopeta en su pierna ayer al mediodía cuando se encontraba en las proximidades del transformador eléctrico que hay junto a la rotonda de las grullas, en la barriada del Cerro de Reyes.

El suceso se produjo poco antes de la una de la tarde. Según explicaron testigos presenciales, una furgoneta que circulaba por la rotonda ralentizó la marcha y una persona sacó una escopeta por la ventanilla y realizó un disparo que alcanzó en la pierna a un joven que, según algunas personas, estaba acompañado por su madre y un hermano.

Varios vecinos del Cerro se encontraban en el lugar, por lo que se inició una desbandada ante el temor de que pudieran realizarse nuevos disparos. El herido huyó hacia la zona del campo de fútbol y se refugió detrás de los contenedores de basura. Más tarde fue llevado en un vehículo particular al Hospital Perpetuo Socorro, donde le extrajeron los perdigones. Su estado no era grave.

Tras el incidente, la furgoneta aceleró la marcha, hizo la rotonda completa y bajó en dirección a la carretera de Sevilla. Una fuente policial explicó que el vehículo fue localizado poco después en la barriada de Tulio, a la que se accede a través de un camino de tierra que discurre paralelo a la carretera de Sevilla.

Testigos del suceso confirmaron que el incidente pudo tener consecuencias mayores, puesto que en las inmediaciones del transformador había varias mujeres acompañadas de niños de corta edad.

La Delegación del Gobierno en Extremadura confirmó que el Cuerpo Nacional de Policía había realizado cinco detenciones. Por una parte, fueron arrestados el herido, su hermano de 17 años y la madre de ambos, que tiene 50 años; por la otra, el supuesto autor del disparo y un familiar suyo.

Unos y otros pertenecen a familias distintas, pero están emparentados.

Los agentes de la Policía Científica se desplazaron al Cerro para analizar la zona y localizar posibles restos que pudieran aportar pistas sobre lo sucedido. Rastrearon el lugar y centraron su atención en la caseta donde se aloja el transformador, en cuya pared exterior encontraron orificios que parecían apoyar la tesis de que había sido utilizada una escopeta de cartuchos que no pudo ser localizada.