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I. TYLKO
Viernes, 19 de julio 2013, 02:18
En el Atlético todavía se tiran de los pelos al ver la progresión geométrica del delantero Álvaro Morata, tan convencido de poder triunfar en la primera plantilla del Real Madrid que desoye los cantos de sirena que le llegan desde Sevilla, donde se han fijado en él como el mejor sustituto posible de Negredo tras el traspaso del 'Tiburón de Vallecas' al Manchester City.
El caso de Morata no puede compararse aún ni por asomo con el de Raúl González, uno de los jugadores más grandes en la historia del club blanco con nada menos que 324 goles anotados en 16 temporadas, pero sí presenta alguna similitud. Ambos jugaron en las categorías inferiores del Atlético pero acabaron en el Madrid y presumieron de pertenecer allí al «mejor club del mundo». Y los dos debutaron ante el Zaragoza, en La Romareda. Raúl con 17 años, de la mano de Jorge Valdano, y Álvaro con 18, por decisión de José Mourinho.
Raúl era un forofo del Atlético. Fue recogepelotas en el Calderón, jugó y brilló de niño en el Atlético y emigró porque Jesús Gil tuvo la ocurrente idea de cerrar la 'fábrica' colchonera. Morata, en cambio, presume de madridista. Probó con el Atlético, con solo 11 años, por insistencia de su abuelo Ignacio, ferviente seguidor 'indio'. Superó el examen pero su padre no le dejó fichar hasta un año después porque no evolucionaba bien en los estudios. Como cadete estiró casi 20 centímetros en un año y por ello sufrió varias lesiones. Lo pasó mal y salió porque había en el club del Manzanares cierta preferencia por Borja Bastón, que ha jugado el curso pasado en el Huesca. Se fue el Getafe, donde le moldearon y evolucionó.
El Atlético quiso recuperarlo. «Yo al Atleti, nunca», repitió Morata, que fichó para el fútbol base del Madrid en 2008. Morata le guarda «muchísimo cariño» a Mourinho. Si se le pregunta por las diferencias entre el preparador luso y el italiano Carlo Ancelotti, tuerce el gesto. «Hacer comparaciones es de mala educación», espetó este jueves en Valdebebas. ¿Se ha planteado irse al Sevilla?, se le insistió a Morata tras el entrenamiento. «Entreno cada día como si fuera el último porque quiero seguir en el Real Madrid y tanto el club como el entrenador desean que siga», respondió, tajante. Y aclaró que no ha tenido que rechazar ninguna oferta porque nadie se la ha hecho llegar al «estar centrado solo en trabajar en el Madrid». Desde el Sánchez Pizjuán, empero, llegaban noticias sobre el sumo interés del club hispalense, que pagaría 10 millones por su contratación.
En el runrún veraniego suenan como futuribles del Madrid estrellas como Ibrahimovic y Luis Suárez, pero Morata está dispuesto a competir con cualquiera. «Es normal que todos los rumores se refieran a los mejores jugadores del mundo porque este es el mejor club que hay. Pero yo voy a pelear, venga quien venga». Sueña incluso con poder llegar al Mundial de Brasil.
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