«Es una prueba barata, de apenas unos euros»

Pablo Borrega es el jefe del servicio de Oncología del Hospital San Pedro de Alcántara. Asegura que en la provincia de Cáceres la incidencia del cáncer colorrectal es ligeramente superior al del resto de España. En concreto es de 60 a 65 casos de incidencia por cada 100.000 habitantes y año.

Las pruebas habría que enfocarlas a la zona en la que se detecta el tumor, que habitualmente es en el colon izquierdo. También se da en el recto y el colon derecho. «Es trascendente, porque en función de la localización más frecuente se orientan las pruebas de detección precoz», explica. Aunque es uno de los cánceres más frecuentes y popularmente se asocia con dificultades en su curación, él explica que hay unos niveles altos de supervivencia. «De un 75% si la enfermedad se coge a tiempo».

Considera que no es un asunto económico el que condiciona la realización de estas pruebas. «No son caras y no supondrían un gran gasto, cuestan apenas unos euros», sostiene. El problema sería lograr la adherencia a esta prueba, es decir, que la población la conozca y que sepa que puede someterse a ella. «Lo que la haría rentable sería que se repitiera anualmente». Si se hace de una forma aislada, pierde efectividad. El mayor ejemplo de adherencia y presencia social de una prueba de detección precoz del cáncer es el de mama y el de cérvix, que en unos años ha logrado grandes éxitos en la curación de este mal. Se necesita a los médicos de atención primaria, pero sobre todo, difusión y atención.