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Tres mil personas vieron la actuación del grupo Fanfarlo, cabeza de cartel :: F. J. NEGRETE
¡Larga vida a Contepopránea!
SOCIEDAD

¡Larga vida a Contepopránea!

Hay festival indie para rato en Alburquerque a juzgar por los miles de espectadores que se dieron cita el primer día en la ladera del castillo

FRANCISCO JOSÉ NEGRETE

Domingo, 21 de julio 2013, 12:35

Hay Contempopránea en Alburquerque para rato! Son palabras de un adulto 'indie' de 41 años que lleva once desplazándose desde Madrid a Alburquerque para asistir a este festival. Y lo comentaba a las 2 de la madrugada del viernes al ver el aspecto del recinto de conciertos, en la ladera sur del castillo, con un número de espectadores similar al de las grandes ocasiones. En concreto desde el año 2010 no se repetía un 'viernes contempopráneo' como este. Y la gente apareció, como caída del cielo, a partir de las 12.30 de la noche, cuando Supersubmarina hizo acto de presencia en el escenario. Hasta entonces había escaso ambiente en el paseo de las Laderas donde tienen lugar los conciertos y el centro del pueblo, en las terrazas de los bares, a diferencia de los años de mayor esplendor de este evento pop, se veían más alburquerqueños que foráneos. En la plaza de España había un grupo de jóvenes pacenses algunos de los cuales pernoctaban en una vivienda alquilada y otros en el hotel rural Los Cantos. Cristina, que se erigió en portavoz, decía que venían cada año a este festival por su extraordinario ambiente y que seguirán asistiendo aunque haya otro escenario en Badajoz. «Allí estaría bien siempre y cuando se celebrase en la Alcazaba», añadía, y todos refrendaban sus palabras, menos uno que la corregía: «¡O en la plaza alta!».

A su lado, mientras esperaban al camarero, no paraban de hacer chistes un variopinto y curioso elenco de amigos formado por personas procedentes de Barcelona, Murcia, Badajoz, Zaragoza, Madrid, Italia y Senegal. Todos ellos se conocieron hace años en la capital de España y es el segundo año que asisten a Contempopránea. Olga y Giuliano toman la palabra. «Venimos por el lugar y por los lugareños, ambos encantadores». Se quedan en una casa grande por la que pagan 500 euros por tres días (dos noches). Son 9, por lo que les sale a 55 euros por cabeza. No está mal. Parece que han surtido efecto las múltiples quejas de otros años por el abuso en los alquileres de viviendas particulares. Finalmente, dejan claro que no volverán «jamás» si el festival deja de hacerse en Alburquerque.

Sobre este controvertido tema se pronuncian unos emeritenses que se disponen a entrar en el recinto de conciertos. «Si el año que viene se celebra también en Badajoz, no iremos allí, pero vendremos aquí». Y uno del grupo añade «y no es porque seamos de Mérida y tengamos rivalidad. Tampoco pagaríamos una entrada si se hiciera en nuestra ciudad». Aparte de que les encanta el «ambiente y el buen rollo de Alburquerque», están muy satisfechos con el precio: son 13 personas y pagan cada uno 10 euros por noche por la vivienda que han alquilado.

En la larga cola existente en la puerta del paseo de las Laderas para canjear la entrada por la pulsera de rigor, cuatro gallegos de Vigo se quejan porque han escuchado que entre las 23.00 horas y las 2.00 no se puede salir del recinto de conciertos. «Es para evitar que salgamos a tomar algo fuera o a hacer botellón», señala Víctor, que disfruta de su cuarto año en Contempopránea. Estos pernoctan en un hotel en Badajoz y se desplazan en los autobuses de ida y vuelta que facilita la organización. Por 100 euros tienen el abono del festival, el hotel y el desplazamiento.

Ya dentro continúan escuchándose las protestas por el presunto impedimento para salir entre las horas citadas, pero después encontramos a gente que ha abandonado el recinto y vuelto a entrar sin problema alguno.

En el interior se ven muchas menos tiendas de camisetas indies que en los años de esplendor del festival, pero todo parece muy bien organizado. No hay aglomeraciones hasta pasadas las 12 de la noche cuando ya hay que esperar un rato largo para sacar tickets y pedir bebidas y bocatas. En el backstage se notan y bien los recortes: Ya no hay bebida gratis en la zona VIP y, paradójicamente, sólo el exquisito jamón ibérico de bellota de la reputada marca 'El Risco Extremeño' es repartido sin coste alguno. Con el placer añadido de que el corte lo hace un profesional de categoría: Zacarías Píriz, campeón de España y ex presidente de la Asociación Nacional de Cortadores.

El jamón, plato estrella

Y es precisamente el simpar jamón ibérico extremeño lo que más se vende estos días en la localidad. Bien sea para el desayuno, para la comida o la cena, en bares y restaurantes, o adquirido al corte en las tiendas de alimentación. Es el plato estrella de Contempopránea.

Y ese hambre de jamón se deja notar en los asistentes cuando, nada más terminar el potente concierto de 'Supersubmarina' sin que cupiera un alfiler en las inmediaciones del escenario, los presentes dan media vuelta en desbandada para buscar avituallamiento líquido y sólido. Entre ellos, cinco amigos leoneses, de los cuales Marta, más entera, toma la palabra. «Venimos por segundo año en busca del buen ambiente de este festival no masificado». Se quedan en la zona de acampada gratuita de la Cruz de San Blas, a 500 metros de la zona de conciertos. «No tenemos sombra, pero es un lugar tranquilo», añade.

Por delante de ellos marchan siete sevillanos. Reconocen que es «demasiado temprano» (la 1.30 horas) para estar «un poco pasados de rosca». Y se lamentan por no haber hecho caso a las advertencias de la organización reflejadas en el fanzine de mano que se entrega con la entrada. En este 'manual de supervivencia' consta la leyenda «Ya sabemos que la fiesta de bienvenida es muy divertida, pero los excesos cometidos esa noche se pagan durante el resto del festival, así que os recomendamos que midáis vuestras fuerzas». Éstos no la midieron y estuvieron en el 'After' de La Marquesita hasta las 10 de la mañana del viernes. Desde entonces casi no han parado y dormido más bien poco en el camping. En ese lugar, sin sombra, es imposible pegar ojo en horas diurnas. Ya habla del asunto el citado fanzine editado por El Gallo Verde, colectivo pacense muy ligado a Contempopránea. «Si vais a colocar un toldo para proteger vuestra tienda, conviene saber que en la zona de acampada el sol sale por el polígono industrial». Ante esta situación, sólo la siesta en la piscina ha dado a este grupo de jóvenes andaluces las fuerzas suficientes para llegar hasta el sábado. No sólo el baño hace milagros, también el desayuno en el pueblo, y volvemos al manual de supervivencia: «¿Resaca? Pide para desayunar una tostada de jamón ibérico con tomate. Tiene vitaminas, proteínas y está deliciosa. Resurrección instantánea».

Y para resurrección, la del propio Contempopránea, un festival que podrá o no triunfar en su nueva sede pacense del 2014, pero que, visto lo visto en esta decimoctava edición, tiene larga vida en Alburquerque.

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