Malpartida exige que la doble vía de conexión con Cáceres llegue más cerca del casco urbano

No satisface ni el trazado ni el largo plazo que se prevé para su terminación, dos años sólo para la redacción del proyecto técnico más lo que se tardaría en la contratación de las obras y en la finalización de las mismas. El alcalde de Malpartida de Cáceres, Alfredo Aguilera, pide no sólo adelantar los tiempos sino también que la duplicación de la calzada llegue hasta un punto más cercano al casco urbano en vez de acabar a tres kilómetros para continuar como vía de circunvalación de la localidad.

«Es una barbaridad de tiempo, nos vamos al año 2020 y ya estaremos todos jubilados», se lamenta de modo irónico Alfredo Aguilera sobre el anuncio de licitación del proyecto de la variante de Malpartida de Cáceres.

En concreto, el Ministerio de Fomento informó ayer de la licitación del contrato para la redacción del proyecto de la variante, que incluye la duplicación de calzada del tramo de N-521 comprendido entre su enlace de conexión con la autovía A-66, al oeste de la ciudad de Cáceres, en las proximidades del Hotel de los Arenales, y Malpartida. El importe de licitación del proyecto es de 1,6 millones de euros y el plazo de redacción es de dos años.

Fomento señala que la construcción de una variante a la N-521 «eliminará la difícil travesía ahora existente en Malpartida de Cáceres y mejorará sustancialmente la accesibilidad a la población de Arroyo de la Luz y al resto de municipios del oeste de Cáceres».

Añade que debido a su proximidad a la capital, «la población de Malpartida de Cáceres mantiene una función residencial que se ve complementada por la existencia de un importante polígono industrial. Por este motivo, el tráfico en la carretera N-521 es alto, por lo que el proyecto incluirá la duplicación de esta carretera entre Malpartida y el enlace, con la autovía A-66, cercano a Cáceres».

El proyecto se refiere a un trazado con una longitud aproximada de 10,7 kilómetros. En los primeros 3 kilómetros se proyectará una duplicación de la calzada actual de la N-521, entre el enlace de esta carretera con la autovía A-66 al Oeste de Cáceres y Malpartida, por lo que el trazado contará con características de autovía. En los 7,7 km restantes se proyectará una variante a la localidad de Malpartida de Cáceres, en calzada única, pero tendrá en cuenta su duplicación en el futuro para integrase en la autovía A-58, cuando se haga realidad este ambicioso proyecto de conexión desde Trujillo hasta la frontera con Portugal.

El presupuesto aproximado de las obras ascenderá a 53 millones de euros.

Sin embargo, el alcalde de Malpartida señala que la variante «no es la prioridad» para su localidad sino la conexión por doble calzada con la capital debido a la alta densidad de tráfico que se registra, unos 12.000 vehículos al día. Explica que el proyecto no completa la conexión con su localidad ya que el doble carril se queda a tres kilómetros. «Debería llegar más cerca», afirma Aguilera, quien insiste en que lo verdaderamente urgente y necesario «es el doble carril, al menos hasta la rotonda de Mercadona». De esta manera se conseguiría dar mayor fluidez de tráfico entre Malpartida y Cáceres y se beneficiaría el movimiento económico de los polígonos industriales de su localidad.

Por ello, el alcalde anuncia que pedirá al Ministerio de Fomento ampliar la duplicación de la calzada y que, a la vista de la falta de presupuesto real, lo divida en dos fases, de tal manera que en una primera de ellas haga la obra del doble carril y luego la de la variante. Ya tiene solicitada y cerrada una entrevista con responsables ministeriales.