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P. CALVO
Domingo, 4 de agosto 2013, 11:43
«Lo tenemos denunciado, pero así sigue y parece que va para largo», se lamenta desde la estrecha ventana de su vivienda una vecina de la calle Barrio de Luna. La vía pública, que conecta las calles San José y Barrio Nuevo, en el corazón del Cáceres más popular, permanece cortada al tráfico desde el pasado mes de abril, cuando las continuas lluvias de marzo aconsejaron aumentar el precinto de seguridad en torno a un inmueble, que hace esquina ya con la antigua calle José Antonio, rebautizada como Barrio Nuevo.
Cuatro meses después, allí siguen las vallas, ocupando el 90 por ciento de la parte baja de la calle, hasta el punto que inutiliza la calzada y también una de las aceras para los peatones.
La calle no es muy larga, por lo que son pocos los vecinos que residen en ella, una veintena. Y su anchura no permite estacionar vehículos, por lo que no se han perdido aparcamientos. Sí es, sin embargo, un inconveniente para los residentes porque no pueden acercar hasta sus casas los vehículos aunque sea de forma momentánea para las actividades cotidianas. «Mi marido, que tiene problemas, entra a veces, quita la valla (que con la señal de prohibido el paso a los coches preside la entrada a la calle) y luego tiene que salir marcha atrás; también hay una vecina que está impedida y que debe ir a Barrio Nuevo a coger los taxis», explica la residente en su ventana.
Barrio de Luna es una calle que permite el acceso por coche hasta la Plaza de la Concepción (desde abril hay que dar un rodeo importante) y además, aunque se encuentra en un rincón muy cacereño, la cercanía del parking Obispo Galarza también le ha convertido en un lugar de paso habitual para turistas. La imagen que se da no es la mejor.
El inmueble que ha causado el corte de la calle presenta, por sí solo, un aspecto muy deteriorado y desde fuera se puede ver (no hay ventanas) que se encuentra apuntalado en su interior, que ha sido vaciado. Cuenta con tres plantas, da a las dos calles (Barrio de Luna y Barrio Nuevo) y la superficie suma sin problema varios cientos de metros cuadrados.
Museo para Massa
Sus amplias posibilidades urbanísticas hicieron que en el año 2009 la empresa Prinsa anunciada públicamente que tenía previsto edificar ocho apartamentos en el inmueble y que la planta baja, de unos 500 metros cuadrados, la destinaría a espacio cultural para albergar una colección de pinturas del artista Massa Solís, por aquel entonces disgustado con el Ayuntamiento por el trato que se le había dado a su obra en los espacios municipales. Él mismo se retrató delante de la casona que hace chaflán y que ya presentaba un evidente deterioro. Las obras llegaron a comenzar, pero no avanzaron.
Tras el lluvioso final de invierno y comienzo de primavera, el edificio se encuentra vallado para evitar males mayores, pero ello ha ocasionado el corte al tráfico sin fecha de reapartura de Barrio de Luna.
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