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T. A.
Martes, 6 de agosto 2013, 02:12
Amelia Acedo es madre de Aroa y Michael, de 8 y 6 años respectivamente. Vive en el Gurugú y lleva a sus pequeños diariamente al comedor escolar San Fernando desde que se puso en marcha el pasado 15 de julio. Lo hace principalmente por dos razones: alimenticia y económica.
Amelia mantiene a su familia con el sueldo que ingresa ella, ya que su pareja no tiene trabajo. «En mi casa sólo entran 574 euros, pero he llegado a vivir sólo con 60 euros a la semana», destaca.
Para Amelia, disponer de comedor escolar durante el verano para sus hijos es un alivio económico y una tranquilidad nutricional para los menores.
«Sé que comen mucho, bien y sano. Aquí les dan primer y segundo plato, además de postre. Mejor que en casa, ya que a veces sólo tenemos tiempo para preparar cosas rápidas. También se llevan la cena y el desayuno. Está muy bien. Comen de todo. Yo estoy satisfecha porque sé que nutricionalmente están atendidos. Económicamente también es una gran ayuda, puesto que son dos bocas que tengo que alimentar», manifiesta.
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