El Sindicato de Policía critica las carencias de la nueva comisaría

Coches vigilados, bajo custodia policial... pero en plena calle por falta de espacio. Se pueden ver a las puertas de la comisaría de Cáceres desde el pasado mes de junio, cuando se llevó a cabo la llamada 'Operación Pardillo', que acabó con la detención de los 12 miembros que componían una banda organizada de venta de droga instalada en la barriada del Nuevo Cáceres. La historia de esos vehículos intervenidos que se han quedado sin sitio en las dependencias policiales y en el depósito municipal la contó este diario el pasado sábado 3 de agosto. Para el Sindicato Unificado de Policía (SUP) esa no es la mejor imagen que se puede dar, sobre todo después de que en 2012 comenzase a funcionar la nueva comisaría, con nada menos que 5.000 metros cuadrados disponibles.

«El parking, aunque en un principio parecía suficientemente amplío, ya se nos ha quedado pequeño», opina José Manuel Magro, secretario general del SUP en Cáceres. La consecuencia, advierte, es que esos vehículos intervenidos ahora se queden en la calle mientras llega el correspondiente pronunciamiento del juez. La presencia de los coches en un lateral de la comisaría, en la principal avenida del Nuevo Cáceres, implica un problema añadido, según Magro. «Genera un problema más, que es el de la seguridad», corrobora. «Pueden ser dañados fácilmente, teniendo que ser custodiados por el servicio de Seguridad de comisaría a través del deficiente sistema de videovigilancia», critica.

El SUP echa la vista atrás, a propósito de esta situación, y se remonta a la inauguración de la comisaría, este mismo año. «Ya emitimos una nota al respecto detallando todas las deficiencias que apreciamos, una de ellas el elevado espacio muerto o inútil en pasillos y alturas que hay en las nuevas instalaciones».

En el sindicato de Policía ponen un ejemplo concreto sobre estas limitaciones de la infraestructura. La distribución que se hizo en su momento supone que diversos grupos deban compartir las diferentes alas del edificio.

La comisaría se inauguró oficialmente el pasado 22 de enero, aunque ya estaba en uso desde varios meses antes, y pocos días después el SUP denunció que tras la inversión millonaria en esas obras quedasen de relieve las goteras que sufría. En el caso del parking, inicialmente, pareció suficiente para cubrir necesidades. En el mismo se estacionan los 35 vehículos de la flota policial. Mientras, los diez intervenidos de la 'Operación Pardillo' seguirán una temporada durmiendo al raso.