Borrar
Pablo Mejías en las escaleras del Virgen de la Montaña . :: A.M
«Cuando mis amigos decían que querían ser futbolistas, yo ya sabía que quería ser actor»
CÁCERES

«Cuando mis amigos decían que querían ser futbolistas, yo ya sabía que quería ser actor»

El joven cacereño se prepara para afrontar su tercer año como estudiante de arte dramático en la ESAD Pablo Mejías Estudiante ESAD

CELIA GUERRA

Lunes, 12 de agosto 2013, 09:25

Estudia segundo de arte dramático, un grado a todos los efectos, en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), pero que no forma parte de la Universidad de Extremadura. Su sueño es dedicarse por completo a la profesión y para ello se prepara a conciencia para lograr ser actor.

-¿Por qué quieres ser actor?

-Cuando todos mis amigos estaban jugando con un balón de fútbol, a mí me gustaba el cine. De hecho, estoy estudiando aquí por el cine. Desde pequeño he querido ser actor.

-¿Hubo algún momento en que te diste cuenta de verdad?

-Aunque pueda parecer absurdo, cuando ví la película de 'El señor de los anillos', supe que yo realmente quería hacer eso que hacían en la peli. Me quedé flipado

-¿Qué estás estudiando?

-Cursé primero de Bachillerato en la Universidad Laboral y segundo en el Al-Qazeres porque me enteré que se podía hacer por la rama de artes escénicas, no es obligatoria para entrar, pero opté por ello. Lo que sí es obligatorio es tener Bachillerato Para entrar en la ESAD no es obligatoria la selectividad, pero sí hay que superar una prueba.

-¿En qué consiste la prueba para entrar?

-Durante todo el verano tienes que leerte unas obras de teatro y la prueba consiste en hacer unos análisis de texto de una de las cuatro obras. Una vez pasadas esas pruebas te hacen otras prácticas, de ritmo y monólogos. Tienes que cantar una canción y hacer ritmo en la mesa, cosa que yo nunca había hecho. Valoran tu capacidad de aprendizaje. Después salen las notas y te seleccionan por tus méritos.

-Dentro de tus estudios hay diferentes ramas, ¿con cuál te quedas?

-Tenemos diferentes especialidades, una de dirección y otra de interpretación. Obviamente estoy más interesado en la de interpretación. Una de las cosas que más me gusta de interpretar, es, por ejemplo, el ensayo de las peleas con las espadas.

-¿Cómo podrías describir ahora la escuela?

-Creo que hay muy buen ambiente. Es una escuela en crecimiento, lleva muy pocos años siendo oficial. Antes estaba en Olivenza, pero ahora los de Cáceres también pueden acceder a este tipo de estudios. Tanto profesores como alumnos van aprendiendo poco a poco. Quizás dentro de unos años, si la escuela sigue en Cáceres, seguramente vaya a más.

-¿Cuánto tiempo duran estos estudios?

-Hay un aprendizaje básico durante los dos primeros años. Y es en este tiempo donde se ve también la evolución. En tercero ya realizas una representación abierta y en cuarto, como trabajo de fin de carrera, en la especialidad de interpretación, un profesor se encarga de hacer un montaje a nivel profesional con los alumnos de ese mismo curso.

-¿Cómo se estructuran las clases?

-Hay teoría y práctica y se van alternando. He dado Historia del Arte Dramático, Teoría del Arte y Espectáculo. Ahora somos 10 personas, la gente se va cayendo, empiezan muy fuerte pero se desinflan porque ven el sacrificio.

-Ya te has puesto delante del público, ¿cómo ha sido esa experiencia?

-En realidad no actúas hasta tercero, pero en la especialidad de dirección como fin de carrera tienes un montaje tutorizado. En la primera promoción de dirección yo he tenido la suerte de trabajar con dos directoras que han pasado por la escuela. Actué en dos obras diferentes: El Reloj de Ítaca y los Nombres de Hawwa. Las dos se representaron en el Gran Teatro, la entrada fue gratuita y tuvo bastante éxito. Ensayaba hasta 10 horas al día durante este año. Pero ha sido muy gratificante y creo que realmente merece la pena.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Cuando mis amigos decían que querían ser futbolistas, yo ya sabía que quería ser actor»