Satisfacción vecinal por los semáforos en Fuente Rocha

Fuente Rocha siempre ha tenido un trazado sinuoso, pero además la expansión de la ciudad, con barrios en la periferia como la Mejostilla y el Residencial Universidad, le ha colocado como una calle que cada vez soporta una mayor intensidad de tráfico, entrada y salida al centro urbano. La presidenta vecinal de San Marquino, Clara Rodríguez, expresaba ayer su satisfacción por el inicio de los trabajos que acabarán con la instalación de semáforos en Fuente Rocha, intersección con la calle Concordia.

«No hay quien se incorpore a la calle porque siempre vienen muchos vehículos. En horas puntas es muy complicado», subraya. «No ha habido accidentes graves, que yo sepa, pero sí golpes, eso es habitual; y más adelante, en la curva donde vive la señora Isabel, las vallas están siempre golpeadas», añade.

Se trata, efectivamente, de un barrio donde residen familias durante toda la vida y en el que se conocen casi todos los vecinos. La instalación de los semáforos, recuerda la presidente vecinal, la vienen reclamando desde hace años, «al menos cinco, desde que los colocaron en Fuente Concejo». Sin embargo, durante la anterior legislatura «nos dijeron que no se veía la necesidad».

Rodríguez recuerda bien que fue pocos días después de la última celebración de San Jorge cuando recibieron la visita de la alcaldesa, Elena Nevado, a la que le volvieron a plantear la necesidad de contar con una regulación de tráfico más efectiva en el cruce de la calle Concordia, y la petición se está haciendo realidad estos días. Costará 24.315 euros, que sume la empresa concesionaria Sice dentro del contrato de conservación se semáforos.

La presidenta vecinal cree que, para completar los niveles de seguridad de la zona, debería instalarse un reductor de velocidad a la altura de las instalaciones que tiene Iberdrola, «porque los coches van muy deprisa».

Tampoco les gusta la raqueta que da acceso a San Blas, «pero ahí nos han dicho que se necesitaría expropiar para hacer una rotonda, y de momento no hay dinero».