Para mí, pero dentro de dos años

Pulseras, relojes, gafas de sol, móviles, llaves, tarjetas de créditos, documentos nacionales de identidad, instrumentos musicales, trajes de novia y hasta una dentadura. Todos estos elementos y más se puede encontrar en la Oficina de Objetos perdidos de Badajoz.

Según obliga la ley «si una persona encuentra un objeto y se lo queda con ánimo de lucro, el juez te puede condenar», comenta Pepe Cadenas, agente de la Policía Local.

La persona que encuentre un objeto en la calle -con un valor determinado- deberá llevarlo a la Oficina de Objetos Perdidos. En el caso de no hacerlo estará comentiendo un delito si el objeto supera los 400 euros, si la cantidad es menor se considerará una falta.

Es el caso de un ciudadano que se encontró en una calle de Badajoz una «cazadora valorada en 600 euros», el propietario de dicha prenda se enteró de que otra persona llevaba su cazadora, así que tomó medidas judiciales y el castigo fueron unos días en el calabozo.

Cada día llegan a la Oficina nuevos objetos perdidos que la gente encuentra. «Lo que más abunda son gafas, teléfonos móviles y llaves. Aunque una vez una persona dejó una dentadura y con el tiempo se deterioró», asegura Pepe Cadenas.

Acuden muchos ciudadanos a entregar cosas pero, en muchas ocasiones, los propietarios no se acercan a la Oficina ya que no confían demasiado en la suerte de recuperarlos.

Si el propietario de dicho objeto no lo reclama en un período no superior a dos años, la persona que lo encontró podrá disponer de él pasados 24 meses desde el momento que lo entregó a la Oficina.

«Hay tres lugares donde pueden ir a parar los objetos perdidos. El primero es que regrese a su propietario, el segundo que se lo quede la persona que lo encontró, -pasado los dos años establecidos- o si esta persona renuncia a dicho objeto pasará al patrimonio del Ayuntamiento», explica Pepe Cadenas.

El 4 de agosto de 2011 una mujer mejicana hayó un valioso reloj antiguo de oro en la zona de las vaguadas. Lo llevó a la Oficina de Objetos Perdidos y el pasado 27 de agosto, como nadie lo reclamó, la Policía Local le hizo entrega a esta mujer del reloj.

Fue más conocido el caso de la chica brasileña que perdió su pulsera de oro en la ciudad. Cuatro años después de la desaparición del objeto, recibió una llamada de la Policía Local de Badajoz comunicandole que tenían su pulsera. Cuando fue a recogerla tomo la decisión de donarla a la Cruz Roja. La pulsera tenía un valor de 6.000 euros.

«Aunque este caso fue más sonado, hay que reconocer la buena fe de las dos chicas», comenta Pepe Cadenas.

A la persona que encuentra el objeto se le entrega una comparecencia y «se le hace saber que tiene unos derechos». Se le da un acta y se hacen «las publicaciones oportunas en el Boletín Oficial del Estado y en el tablón de anuncios del Ayuntamiento» para que la persona que lo este buscando se informe de que está en la Oficina de Objetos Perdidos.

«Todo queda reflejado en una documentación recepcionada por el Alcalde y el secretario general. «Y se hace entrega de este acta a la persona correspondiente que encontró el objeto», aclara.

«La pulsera y el reloj de oro han sido los dos objetos más valiosos que hemos recibido». Pero los ciudadanos también han hallado otros instrumentos como: una cubertería de plata, entregada a la persona que la encontró, o 1.000 euros en efectivo que el dueño recuperó, o el caso de «un camarero en el Hotel Río que trajo un sobre con que un cliente se había dejado con 250.000 euros en su interior», explica.

Según dice Pepe Cadenas, resulta extraño que, la persona que pierde un reloj o una pulsera de estas características, no reclame por ella. «Pensamos que pueden ser extranjeros o simplemente personas que están de paso por la ciduad».

La Policía Local se muestra orgullosa de aquellas personas en acto de buena fe, encuentran un objeto, en ocasiones de gran valor, y lo llevan a la Oficina de Objetos Perdidos con la esperanza de que el dueño lo pueda recuperar. Si nadie lo reclama, como recompensa es para el hallador.