

Secciones
Servicios
Destacamos
E. F. V.
Viernes, 6 de septiembre 2013, 09:29
Varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron ayer por la mañana a la parte vieja del Cerro de Reyes. Pero en esta ocasión no iban buscando a ningún peligroso delincuente y tampoco trataban de poner orden en un conflicto ciudadano: su único objetivo era tranquilizar a una mujer que alertó minutos antes de la aparición de una culebra en el pasillo de su casa.
El primero en dar la voz de alarma fue el hijo de seis años que tiene María José Guijarro, una vecina de la calle el Chopo que se veía incapaz de echarle el guante a una serpiente de más de medio metro de longitud. «Una amiga mía intentó matarla con el cepillo y un insecticida, pero la serpiente no paraba de levantar la cabeza y de amenazar con la lengua».
Tras el 'combate' inicial, el reptil decidió refugiarse detrás del mueblecito que había en el recibidor. Luego, cruzó el pasillo y se coló en el garaje. «Llamé a la Policía y acudió rápidamente una pareja que trató de cogerla con una caña. Pero no eran capaces».
En esas estaban cuando se presentó en el domicilio el coordinador del servicio, que instantes antes de atrapar la serpiente se ofreció para poner fin a la aventura del incómodo reptil. «Ahora mismo la cojo yo por el pescuezo, nos dijo. Y un momento después le echó mano y la metió en un 'táper' de plástico que buscamos en casa».
Hora y media después llegó al Cerro de Reyes el personal del servicio que se hace cargo de este tipo de animales y se puso fin así a la historia de la serpiente.
Pero en la calle el Chopo no han dejado pasar la oportunidad para reclamar más atención para la zona. «Anoche estaba el niño sentado en el portal de casa y vio pasar una rata. Al pobrecito le pasa de todo», lamentaba María José antes de denunciar el abandono que sufren en esa parte de Badajoz.
Rodeados de bichos
«Estamos rodeados de un bicherío enorme. Si viniesen a limpiar los solares y las casas que se quedaron vacíos tras la riada, no tendríamos que soportar las ratas, las culebras y las cucarachas que amenazan nuestras viviendas».
Sus vecinos asentían mientras María José señalaba la parte final de la calle, donde hay varios espacios abandonados en el que crecen las malas hierbas y se acumula la suciedad. «Desde que vino la riada esto ha empeorado. La culebra de hoy no es nada comparado con la rata que matamos en casa el año pasado. Y mi vecino cogió otra».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenido un hombre al que se le cayó un revólver al suelo en la plaza de Coca
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.