600.000 euros colgados en la pared

No son de atrezzo pero lo parece. Porque, a fectos prácticos, están de adorno. Las videocámaras y fotorrádar instalados en las entradas de las calles Coria, Talavera y del Rey llevan un año colgadas de la pared pero no han empezado su misión: dejar las calles libres de pilonas y multar a todo vehículo a motor de dos o más ruedas que pase al centro sin tener permiso. O si se tiene, al que acceda por una entrada distinta a la que se le asigne. En total, suponen 600.000 euros colgados de la pared, a la espera de que su rentabilidad práctica (control del tráfico) y económica(ingresar dinero con las multas) sea una realidad.

Convertidas en prioridad del PP tras ganar la Alcaldía, al hilo de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, la oposición coincide en señalar, al cumplirse el primer aniversario de la instalación del sistema, que el Gobierno local ha hecho las cosas al revés. « Aquí se ha empezado la casa por el tejado», comenta el portavoz socialista, Jesús Muñoz, que critica la urgencia en gastar 600.000 euros en un sistema que 12 meses después no está operativo. Al margen del rechazo a la eliminación de pilonas, ya que siguen ejerciendo su función de control, recalca que «las videocámaras son un gasto totalmente prescindible».

Es lo que piensa la edil de UPEx, Victoria Domínguez. «Se gastaron un dineral en ellas y aún no tienen claro qué hacer con la zona centro», dijo la regionalista. En el centro, agregó, el PP «solo ha hecho que prohibir en vez de solucionar los problemas». Y dio la voz de alarma por el declive a que se ha llevado a este distrito urbano «que se va apagando poco a poco». Radicalmente contraria las videocámaras, Domínguez destaca lo innecesario del gasto y cree que con ellas el PP «trata de matar moscas a cañonazos». «Lo primero es hacer aparcamientos y luego regular, pero no al revés, como se está haciendo», puntualizó . Y advierte de que la entrada en vigor del sistema de control nuevo ahogará más al centro por el temor de la gente a venir.

La edil no adscrita, Mónica García, de PREx-CREx, no duda en criticar que el PP ha actuado al contrario de como se debiera «porque empezó la casa por el tejado al instalar las cámaras y después ordenar las peticiones y presentar una ordenanza que, tras su paralización por la oposición, no se ha vuelto a saber nada». La edil cree que el PP trata con el nuevo sistema de quitar todo lo que huela a gobierno anterior, como las pilonas que funcionan bien, por lo que las videocámaras son «una forma de tirar el dinero».