Amigos del Ferrocarril cree que no se debería trasladar a otro lugar

«La estación de ferrocarril de Cáceres está muy bien en donde está ahora. Lo mejor para todos, en cualquier ciudad, es que la estación esté lo más cerca posible del centro de la ciudad», comenta Ángel Caballero, presidente de la Asociación Extremeña de Amigos del Ferrocarril (AEAF), al preguntarle el Diario HOY si es partidario de inaugurar una nueva estación más lejos de la ciudad. «En donde está hay espacio suficiente para hacer más vías, se puede ampliar sin problemas. Hay bastante sitio para que aparquen los coches y, además, al lado está la estación de autobuses. Tal como está ahora se encuentra muy bien situada».

Caballero añade que con la crisis aún se va a tardar bastante tiempo en ver el AVE en Cáceres, lo que originaría una transformación de la estación. La crisis también está haciendo que aumente la utilización del transporte en tren, debido a la disminución del uso de los coches particulares, «la gente coge menos el coche y viaja más en tren. Se calcula que en Extremadura el 90% de las personas que se suben a un ferrocarril son estudiantes o trabajadores, sólo el 10% van en tren por ocio». Señala que Cáceres, al igual que Plasencia, está bien comunicada en tren para ir a Madrid, mucho mejor que Mérida o Badajoz.

Asunción Rubio de Juan, catedrático de la Universidad de Extremadura que ayer se encontraba en la Estación, comenta que ha cambiado bastante desde la primera vez que llegó a Cáceres en un tren hace de ello alrededor de 25 años, «ahora está mucho más limpia». Pero si el aspecto de la estación ha mejorado, dice que no ha pasado lo mismo con las comunicaciones, «yo vine aquella vez en el Lusitania, y es una pena que ese tren lo hemos perdido. Tenía que haber mejores comunicaciones con otras ciudades, como por ejemplo Badajoz, y tener en la estación dispensadores de billetes». Sobre si hay que cambiar la estación de lugar, indica: «Si en el futuro, con el AVE, Cáceres va a tener más movimiento de trenes, pienso que habría que alejar algo la estación de la ciudad, quizá también por seguridad; quizá tendrá que ponerse en Los Arenales, cerca de Malpartida de Cáceres; pero, eso sí, con un buen transporte público para llegar rápido a Cáceres».

José María Porro López, delegado de la ONCE en Cáceres, es usuario del tren. El vive en Mérida y lo coge diariamente para trabajar en Cáceres, «suelo tardar unos 50 ó 55 minutos. El tren en el que normalmente viajo es accesible, uno de los vagones tiene una rampa para discapacitados». Destaca que en la estación de ferrocarril de Cáceres se han hecho importantes mejoras en el edificio para los discapacitados, eliminando barreras arquitectónicas y también se puesto ascensores. Fue en el año 2006 cuando entraron en servicio dos ascensores tras invertir 300.000 euros. Cada uno tiene capacidad para 8 personas y 630 kilos de peso.

José María Porro resalta que en Cáceres está el servicio de Atendo, que es un servicio gratuito de atención y asistencia a viajeros con discapacidad o movilidad reducida que Renfe pone a disposición de los clientes del ferrocarril. Es un servicio especializado que orienta, informa y facilita al viajero el acceso y tránsito por las estaciones, así como la asistencia en la subida y bajada de los trenes. La ONCE ha colaborado con la puesta en marcha de Atendo.

Sobre la necesidad o no de cambiar la ubicación de la estación, el delegado de la ONCE en Cáceres, comenta que no encuentra necesario su traslado, «está bien donde está. Yo vengo andando con mi bastón desde el trabajo sin problemas. Para los discapacitados es mejor que esté cerca».