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Combinación. Una recreación del boleto con la combinación ganadora. :: R. C.
Los despistes de la fortuna
SOCIEDAD

Los despistes de la fortuna

Loterías ve difícil localizar al dueño de una primitiva de 4,7 millones que perdió el boleto en La Coruña. Si no aparece, será para el lotero que lo encontró. En apenas 24 horas, ya hay 6 personas que reclaman el botín. En los próximos días se espera una avalancha

BORJA OLAIZOLA

Miércoles, 18 de septiembre 2013, 11:54

Ya decían los clásicos que la fortuna es tan generosa como esquiva. A veces muestra la más radiante de sus sonrisas pero a renglón seguido se despista por un oscuro callejón y no hay forma de dar con su paradero. Los que más tratos suelen hacer con ella presumen de tenerla de su parte aunque ese es un aserto que se cumple muy pocas veces. En Galicia acaba de salir a la luz que un lotero se encontró en julio del año pasado un boleto de la primitiva validado en el mostrador de su despacho. En ese momento no había ningún cliente en el negocio, así que cogió el resguardo y lo introdujo por curiosidad en el ordenador. Cuando vio que la pantalla le decía que estaba premiado con 4.722.337,5 euros casi se cae del susto. «Se me quedó cara de tonto», confesó ayer a 'La Voz de Galicia'.

Al lotero ni se le pasó por la cabeza quedarse con el boleto. Su honradez se presume, pero es que además Manuel Reija es hermano del delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña y un asunto con tanto dinero de por medio seguro que no hubiese pasado desapercibido. Tras reponerse de la sorpresa, Reija cogió el teléfono y comunicó el hallazgo a Loterías del Estado, que abrió el correspondiente expediente para intentar dar con el paradero del propietario del boleto. Hay un estricto protocolo para los casos de extravío y lo primero que se hace es esperar a que alguien se ponga en contacto con Loterías para acreditar que es el dueño del resguardo aportando la mayor cantidad posible de información (número de apuestas, lugar, fecha y hora donde lo selló...).

El director comercial de Loterías y Apuestas del Estado, Juan Antonio Gallardo, confirmó ayer que al cabo de un año (el premio data del 30 de junio de 2012) no ha habido ninguna reclamación y que todas las pesquisas realizadas por el organismo para intentar localizar al dueño del boleto han resultado infructuosas. En Loterías, sostiene Gallardo, tienen la convicción de que la persona que selló el resguardo lo extravió antes de llegar a verificar si había resultado premiado. «Probablemente nunca llegó a saber que su apuesta fue la ganadora porque la validaría de forma automática y no retendría los números».

Ha transcurrido ya más de un año desde que el lotero Reija localizase el boleto, así que el asunto ha pasado a ser competencia municipal en aplicación de un viejo artículo del Código Civil que adjudica a los alcaldes la misión de anunciar el hallazgo de objetos desaparecidos de los que no se conocen los propietarios. Como es preceptivo, la noticia se ha colgado del tablón de anuncios municipal y se ha publicado también en el Boletín Oficial de la Provincia.

Al boleto, como era de esperar, no han tardado en salirle 'novias': ayer mismo, un día después de que se hiciese pública su existencia, se presentaron en el Ayuntamiento coruñés más de media docena de personas asegurando que habían sido ellas las que lo habían perdido en junio de 2012. El botín, casi 800 millones de las antiguas pesetas, es tan tentador que en medios municipales se teme una auténtica avalancha de solicitudes en los próximos días.

En busca del millonario

El responsable de Loterías del Estado aseguró que lo ocurrido en A Coruña no tiene precedentes en la historia de la institución, al tiempo que confirmó que será el consistorio el que tendrá que investigar todas y cada una de las peticiones para ver si tienen algún fundamento. «Deberán contrastar los datos que presenten los reclamantes y verificar si se ajustan a las características del boleto premiado», observó Gallardo.

El alcalde de la ciudad, Carlos Negreira, se lo tomó con humor: «Probablemente debo ser el único alcalde de España que busca un millonario no para pedirle dinero, sino para dárselo». El mandatario coruñés garantizó que «habrá una fehaciente comprobación de las pruebas que aporte quien reclame la propiedad del boleto». Lo que no llegó a aclarar es si habilitará personal adicional para realizar unas pesquisas que se presumen muy laboriosas por el volumen de reclamaciones previsto.

Si al cabo de dos años las solicitudes son desestimadas y el verdadero dueño no es localizado, el premio irá a parar al lotero que encontró el boleto, el mismo que ayer no dejaba de repetir a los periodistas que «ojalá que aparezca el que lo perdió». Parece que, por una vez, quien hace muchos tratos con la fortuna termina teniéndola de su parte.

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