La Confederación solo intervendrá si se detecta un problema grave

El Rivillas y el Calamón a su paso por Badajoz se están llenando de basura. El agua está estancada, crece el verdín y se acumulan los residuos que han tirado algunos usuarios. El problema es que se trata de un río más y, como tal, no hay operaciones habituales de limpieza. La Confederación Hidrográfica del Guadiana indica que solo se realizan intervenciones en los ríos si hay un problema grave.

La institución responsable de estos arroyos también señala que realiza revisiones de forma anual en esta zona, dentro de su rutina, y explica que los olores son peores en verano porque la corriente se para.

Los usuarios, sin embargo, quieran una solución integral, es decir, una limpieza completa que sanee la zona.

Los más interesados son los barrios que rodean estos corredores verdes y que son los principales usuarios. Ha habido peticiones para que se limpie desde las asociaciones de vecinos del Cerro de Reyes, Antonio Domínguez y Ciudad Jardín, principalmente.

La Confederación Hidrográfica insiste en que se trata de una situación normal que empeora en verano. Pero los afectados alegan que la zona se está deteriorando año tras año por la vegetación descontrolada y los vertidos de basura.

En invierno, los olores se mitigan al no hacer calor. También desaparece parte de los sedimentos gracias a las crecidas del río. Por ejemplo, en mayo se despejó parte del cauce gracias a las lluvias y la subida del nivel del agua. Sin embargo, la fuerza de la corriente no fue suficiente para limpiar la zona.

«Yo creo que desde entonces ha crecido más la vegetación y al final se va a salir e invadir el parque como sigamos así», se queja Feliz Martínez, una vecina de Antonio Domínguez que pasea a diario. «Por favor que hagan algo porque es de lo poco que tenemos para pasear y es insoportable verlo así y olerlo así».