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A. GILGADO
Lunes, 23 de septiembre 2013, 14:39
La plaza de los Alféreces es una de las más concurridas de Santa Marina. La zona de juegos infantiles se queda pequeña a media tarde, pero los padres tienen que vigilar que los niños no salgan de los jardines y crucen a la acera invadiendo el paso perimetral de los coches.
Ahora los peatones ganan en seguridad porque el departamento de Señalización Horizontal de la Policía Local ha modificado parte de la organización del tráfico. En cada esquina de acceso, junto a los pasos de cebra, se ha reservado un espacio como aparcamiento de motos. Al delimitar este terreno, los conductores que transitan entre los jardines tienen más visibilidad de los peatones que entran y salen al parque. Uno de los temores de los padres que frecuentan esta plaza tiene que ver precisamente con lo peligroso que resulta cruzar porque muchas veces los automovilistas no ven a los chicos. Ahora tienen más ángulo de visión y al acercarse al paso de peatones, desde el volante se ven los dos extremos. Por el carril en el que discurren los automovilistas también han pintado en el suelo varios triángulos con niños corriendo advirtiendo de que se trata de una calle transitada por escolares.
Además del miedo a atropellar a un peatón, los tapones por la doble fila convierten muchas veces en un suplicio atravesar el perímetro conduciendo.
Los vehículos sólo circulan en un sentido, entran desde El Corte Inglés por República Argentina y pueden salir en dirección a Colón por la misma calle o hacia la autopista. El recorrido entre los tres accesos se hace en sentido contrario a las agujas del reloj y basta que un coche no pueda salvar otro aparcado en doble fila, algo muy frecuente porque hay bares y negocios donde se descarga mercancía, para que se colapse la circulación. Para corregir estas incidencias se han cambiado los aparcamientos de la acera más cercana a la avenida de Colón. Antes se estacionaba en paralelo, pero ahora se han pintado marcas para hacerlo en batería. Ya no se puede parar porque no hay margen para que pase el que viene detrás.
Para evitar la tentación, también se ha pintado en el suelo con trazos amarillos la salida a Colón para indicar la prohibición de invadir si no se puede avanzar.
Con el cambio al formato batería en uno de los laterales se aprovecha mejor el espacio. Donde antes entraban cinco coches ahora lo hacen siete.
Los operarios trabajaron durante dos días en los cambios de señalización y cortaron el paso por la noche, el viernes ya se circuló con normalidad.
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