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ALBA BARANDA
Domingo, 29 de septiembre 2013, 10:26
Ángel Orantos carga 77 años a sus espaldas y desde hace dos, también un GPS colgado de su cinturón. Él fue el primer usuario en beneficiarse de este sistema de localización que ofrece la Cruz Roja a ancianos y personas con algún deterioro cognitivo leve. Afortunadamente, Ángel nunca ha tenido que pulsar el botón que lo pondría en contacto inmediato con los profesionales que atienden las llamadas las 24 horas del día.
«Es lo mejor que han podido inventar», indica con voz firme este antiguo profesor de la Facultad de Medicina. Ángel es viudo y vive solo. Se levanta a las ocho de la mañana diariamente; porque tiene la hora cogida de cuando trabajaba, sale a pasear, a comprar el periódico, vuelve a su casa a desayunar, y cada paso que da es registrado por el GPS que porta junto a su móvil personal.
Los dispositivos se actualizan cada cinco minutos, ofreciendo la localización del usuario gracias a un sistema de recepción de señales emitidas por satélite. Ángel narra entre risas una vez que viajó a Mérida y los operarios de la Cruz Roja lo llamaron para confirmar que estaba en la capital extremeña. A lo que él, sorprendido, contestó: «¿Y ustedes cómo saben que estoy aquí?». Es un hombre que a pesar de tener alguna cardiopatía y artrosis, atrae la total atención de su interlocutor por la intensidad que emiten sus historias.
El responsable del centro de atención autonómico de la Cruz Roja, Miguel Ángel Martínez, explica que la institución instauró el sistema de localización de personas con deterioro cognitivo en 2008, pero ha ido mejorando a la vez que lo hacían los avances tecnológicos. Actualmente, el dispositivo es un móvil con sistema operativo 'Android' al que se le instala una aplicación que inhabilita las funciones del teléfono y éste queda disponible solo como geoposicionador.
Objetivo: dependencia
En la región hay unas 32 personas que utilizan este servicio. Está destinado a ancianos, enfermos de alzhéimer u otras demencias en un estado incipiente. El objetivo es que ellos se sientan independientes y sus familiares, tranquilos. Miguel confiesa que pretenden un envejecimiento saludable. Para él, es un éxito cuando los usuarios le dicen que es como si no lo llevasen encima, porque se trata de facilitar, no de estorbar. El funcionamiento del GPS es muy sencillo y es que, al tener desactivadas todas las funciones, solo está operativo un botón; el que da la alerta.
En el caso de las personas que tienen alzhéimer, el aparato se fija al cuerpo mediante una cinta imposible de manipular por el enfermo. La Cruz Roja acuerda con los familiares a partir de qué radio salta la alarma. Así, si el usuario se pierde en su paseo diario y cambia de circuito, el Centro de Atención se entera a tiempo real. Por eso saltó un aviso cuando Ángel fue a Mérida. También advierte cuando el usuario cambia la velocidad o está quieto durante un largo periodo de tiempo.
Ángel es metódico y carga el móvil GPS cada noche. «Lo considero un seguro de vida», asevera. Ha tenido ya tres infartos de miocardio, el último hace un año y medio. Es un gran amante de la literatura y debido a sus vastos conocimientos médicos, sabe que el oxígeno es primordial cuando hay un infarto, pero reconoce que la asistencia rápida es muy importante. Y esa inmediatez es la que ofrece este aparato. Pero Cruz Roja Extremadura también tiene otros muchos ámbitos de actuación para personas con dependencia. Entre ellos, el ya tradicional servicio de teleasistencia para teléfonos fijos, incorporado en los años 90. Está enfocado a personas que no salen del domicilio. Pulsan un botón que tienen colgado al cuello cuando se sienten mal y automáticamente reciben la llamada. La mayoría de pulsaciones son para hablar con alguien, porque les ataca la temida soledad.
También existe la teleasistencia, pero para móviles y una página web para los familiares (www.sercuidador.org). Además, los trabajadores del Centro de Atención, con sede en Badajoz, realizan llamadas semanales como seguimiento del enfermo. Actualmente, atienden a 9.000 personas, aunque tiene capacidad para 20.000. En el centro neurálgico se encuentra toda la información relativa a un usuario; desde cómo es su casa, hasta quién tiene llave, o dónde está la toma de luz, entre otras muchas cosas. Además, llaman para recordar cuándo se debe tomar una pastilla o felicitar el cumpleaños. En definitiva, facilitar la vida a las personas que viven solas. Por esta labor, Cruz Roja tiene el sello de calidad certificada Aenor.
Para conseguir algún servicio de teleasistencia o localización GPS, se puede hacer de forma particular o mediante las administraciones públicas, que a veces ofertan estas prestaciones sociales. El pasado 21 de septiembre fue el día mundial del Alzheimer. Se calcula que más de 15.000 personas tienen esta patología en toda la región. Ahora, con el sistema de localización de personas con deterioro cognitivo, encontrar a un enfermo desorientado es más fácil.
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