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G. CASARES
Viernes, 4 de octubre 2013, 02:04
Unos 300 niños acuden cada semana al convento de las Hermanas Clarisas de Almendralejo para realizar actividades, organizadas por el Centro Juvenil Francisco y Clara. Si el año pasado eran 180 los pequeños que participaban, en 2013 la cifra ha subido. Los chicos disfrutan de clases de danza, teatro o cine, participan en coloquios y reciben formación para la confirmación o convertirse en catequistas.
Las instalaciones del convento ya se han quedado pequeñas. El año pasado, el Ayuntamiento se hizo cargo de una reforma que les permitía utilizar la casa del guardés para crear tres estancias independientes y una capilla. En esta ocasión, piden de nuevo su ayuda.
Las Hermanas han cedido dos habitaciones que, tras el derribo de sus muros, permitirán ampliar salones o tener otra estancia. El alcalde se ha comprometido a realizar el estudio técnico, para ver la viabilidad de la obra y mejorar las instalaciones.
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