Raquel Palma, otra vuelta de copla

Raquel Palma desmonta el mito de que los artistas no madrugan, que transitan la noche y a los que, como los vampiros, les ciega la luz del sol. Ella aparece fresca como una lechuga pasadas las nueve de la mañana en una cafetería del centro para hacer una entrevista antes de que empiece su trajín particular. «Soy muy trabajadora, estamos echando 12 y 14 horas de ensayo», cuenta delante de un descafeinado como único desayuno.

Está en puertas del estreno total de 'Dime que quieres', este sábado en el Gran Teatro (20, 30 horas, 6, 8 y 10 euros). Es una obra de teatro musical en la que la copla se convierte en el hilo conductor de una historia amorosa de alto voltaje que ha escrito el dramaturgo Fulgen Valares, dirige José Antonio Raynauld y en la que intervienen al piano Juan Antonio Loro y como actores Jessica Mosca (Dolores) y David Gutiérrez (Manuel), además de la propia artista, que interpreta a Candela. Estos tres personajes configuran un triángulo amoroso lleno de desgarro.

«La gente va a vivir la copla en todos los sentidos, va a visualizarla, a sentirla y escucharla», cuenta Palma. Argumento: la cantante Candela vuelve años después al escenario en el que ofreció su último espectáculo. Ahora está casada con Manuel, un hombre con el corazón dividido entre ella y Dolores, una chica que conoció en una mancebía.

«Fulgen le ha dado muy bien la época, es de los 40 y los 50, y el director le ha dado una visión muy interesante, es una combinación genial». Ella es coplera, pero el teatro no es un género que le sea ajeno. «El teatro es algo que me encanta, que me parece una forma maravillosa de expresar».

Palma cree que la copla no es un cúmulo de tópicos, sino que ahonda en la libertad de la mujer, en su carácter luchador. «El letrista Rafael de León defendía mucho a la mujer, la copla en aquella época era canción de autor», explica. «La mujer tenía un perfil mucho más de puertas para dentro, pero son historias de mucho coraje, de fortaleza y de poder, de mujeres que eligen».

Raquel Palma continúa con una trayectoria ascendente y positiva, cargada de trabajo. «Tal vez ahora tenga más visibilidad, pero trabajo igual». El espectáculo es una apuesta a la que este equipo se lanza sin red. Las ganancias dependen de la taquilla, pero Palma no se obsesiona. «No estoy pensando en eso todo el rato». Tampoco quiere entrar en el bucle infinito de lamentos sobre el mal estado del arte. Prefiere hacer camino al andar.