El juez falla que el suicidio del jefe de Policía fue un accidente laboral

La muerte de Juan José Venero Gregorio , el jefe de la Policía Local de Badajoz que se quitó la vida con su propia arma el 15 de noviembre de 2012 en su despacho, es considerado un accidente de trabajo por el Juzgado de lo Social número 4 de Badajoz. En una sentencia emitida el pasado 2 de septiembre el juez José Antonio Hernández falla que Venero, que tenía 48 años cuando falleció, estaba sometido a un importante estrés motivado por la presión laboral. El magistrado concluye que fue esta presión la que le llevó al suicidio.

El juez recoge en el texto declaraciones de compañeros del policía que describen a Juan José Venero como una persona «muy trabajadora, responsable, meticulosa y muy preocupada por su trabajo». No delegaba ninguna responsabilidad y le gustaba controlar todos los detalles. «Un gran profesional, perfeccionista y muy responsable», le describen en otro momento. «Estaba sometido a una situación de estrés constante», añade el fallo. Prueba de ello es que su médico, por indicación de la mujer del policía, le recetó una medicación para combatir el insomnio. La situación de tensión le había llevado incluso a pensar en renunciar al cargo y volver a las tareas de intendente que desempeñaba previamente.

Sólo problemas de trabajo

La sentencia añade que cuando falleció Venero estaba además enfrentado a problemas laborales, derivados de la reorganización policial, se estaba elaborando el reglamento interno de la Policía y el plan operativo. El día anterior había estado controlando el dispositivo desplegado con motivo de la huelga general.

Otro factor que cita la sentencia para apoyar la tesis de que era el estrés laboral la única causa de su drástica decisión es que Venero no tenía problemas familiares, económicos, personales o de salud que le preocupasen. El juez estima que el estrés sufrido, unido a la ausencia de otros factores concurrentes «determina que deba concluirse que existió una relación de causalidad entre su trabajo y el fallecimiento en los términos exigidos por el Supremo».

El juez argumenta que no es necesario que exista un trastorno mental suicida, sino que es determinante la situación de estrés vivida por el trabajador para que este pueda tomar la decisión de acabar con su vida. Además el juez tiene en cuenta que el estrés no era esporádico sino constante y mantenido en el tiempo.

La sentencia resuelve así la demanda interpuesta por la viuda y la hija del jefe de Policía, que recurrieron ante el Juzgado la decisión de la mutua FREMAP, que había rechazado previamente que el fallecimiento estuviese ligado a la tensión por el trabajo.

La sentencia, que tiene ocho folios, se apoya en una amplia jurisprudencia del Tribunal Supremo, que admite que en situaciones similares el suicidio de un trabajador puede estar motivado por el estrés laboral y no ligado a un trastorno mental. En consecuencia debe ser considerado accidente laboral, con las implicaciones legales y económicas que ello acarrea. La sentencia ya es firme porque no ha sido recurrida ante una instancia superior.

Según ha explicado a HOY el abogado que ha defendido los intereses de la familia, la razón principal para plantear la demanda ha sido de tipo moral. Que se reconozca que fue el estrés laboral y no otra la causa de la muerte de Juan José Venero. La familia estaba dolida por las especulaciones que se hicieron sobre las razones de su muerte.

El efecto económico que tiene el hecho de que se reconozca como accidente laboral son menores para la familia. Recibirá alguna indemnización por seguro de accidente y la Seguridad Social deberá abonar una indemnización de seis meses de la base reguladora de su salario. Pero la principal consecuencia económica será, sin embargo, para la mutua. Al reconocerse que es un accidente las pensiones por viudedad y orfandad son abonadas por esta entidad y no por la Seguridad Social.