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El Manatí I, durante las pruebas de ayer en la presa de Montijo. :: BRÍGIDO FERNÁNDEZ
La Confederación compra una cosechadora para quitar el camalote
BADAJOZ

La Confederación compra una cosechadora para quitar el camalote

En el mes de noviembre se incorporará una lancha anfibio para trabajar en las orillas

A. GILGADO

Jueves, 10 de octubre 2013, 02:15

El manatí es un mamífero marino parecido a las focas que vive en el Amazonas y en estas latitudes se conoce porque se trata del único animal que come camalote, una de las plantas tropicales que invadió el Guadiana hace siete años.

La batalla por erradicar por completo esta especie foránea de la cuenca se ha perdido, siempre hay rastro y rebrota con el calor. Ahora toca acostumbrarse a convivir con su amenaza, pero hay que controlarlo y en la Confederación Hidrográfica del Guadiana han buscado su particular manatí para combatirlo. Con el nombre de este animal amazónico han bautizado a la barca cosechadora que llegó hace cuatro días de Alemania y que esperará en un muelle de la presa de Montijo para intervenir en los momentos más álgidos de reproducción del jacinto de agua, el otro nombre con el que se conoce a esta especie.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, José Díaz Mora, presentó ayer en sociedad al Manatí I en la presa de Montijo. Ha costado 250.000 euros y tiene capacidad para cortar en un día lo mismo que una cuadrilla de 25 personas a mano.

Se utilizará de forma esporádica, cuando haya mucha masa vegetal en el agua. Para trabajar en las orillas llegará en noviembre una barca anfibio igualmente adaptada que permitirá entrar donde no llega el Manatí I y en los puntos de poca profundidad se mantendrán las brigadas de operarios.

En la Confederación reconocen que no ha sido fácil encontrar una maquinaria de este tipo porque en otros ríos donde también tienen esta plaga se mueven en aguas más profundas y la extracción resulta más fácil.

A la hora de elegir la embarcación, según explican desde el organismo, han buscado un equipo con potencia para moverse con seguridad por el río a poca profundidad y evitar golpes con las piedras de los fondos.

El Manatí I alcanza vacío una profundidad de 35 centímetros -muy poco para un vehículo de catorce metros de largo- y cuando va cargado se mete hasta los 65.

Además de la profundidad, también han valorado una equipación que hiciera la extracción más eficiente.

En el morro tiene dos líneas de dientes cortantes que funcionan tanto en sentido vertical como horizontal. Junto a las cuchillas incorpora una cinta giratoria que recoge lo que se corta y lo traslada desde el río al interior de la embarcación. En pleno rendimiento, es cómo si se lo bebiese.

Para sortear los obstáculos, en el fondo lleva dos sondas que detectan las rocas. Con estos chivatos, el conductor de la embarcación sabe hasta que profundidad puede meter la cuchilla. Los dientes de corte pueden sumergirse hasta dos metros de profundidad y el depósito de carga tiene una capacidad de trece metros cúbicos, similar a cualquier camión mediano, y puede cargas hasta seis toneladas y media.

En el caso del jacinto de agua resulta prácticamente imposible llegar a este máximo porque la planta pesa muy poco, en cuanto se quita del agua, se deshidrata hasta casi deshacerse. La descarga del material no requiere complicación porque la cinta interior se mueve en dos direcciones. Igual que ha entrado, sale.

La máquina tiene una potencia de 147 caballos que mueven dos hélices exteriores con protección para los golpes y se mueve a ocho kilómetros por hora. Cuenta con una autonomía de 30 horas que le da un motor diesel y para cosechar por la noche la cabina tiene dos focos potentes.

La cabina donde va el conductor se sube y baja con brazos hidráulicos por si hay que trabajar en tramos urbanos y navegar bajo un puente.

En España no hay ninguna igual y antes de dar con la empresa alemana que la suministra, los técnicos de la Confederación rastrearon en Finlandia, China o Sudamérica, pero en la mayoría de los casos, o no incorporaban un motor con potencia suficiente para soportar la corriente del Guadiana o llevaban palas laterales que impiden navegar con soltura cerca de las orillas.

En Bangladesh e Indonesia también se utilizan unidades similares a la adquirida para el Guadiana, aunque igualmente se puede aplicar para retirar algas, como en Inglaterra, o los nenúfares.

En la Confederación tendrá un papel similar al de un 'quitanieves', puede estar años parado, pero cuando nieva se necesita con urgencia para despejar las carreteras. En este caso, cuando el camalote se reproduzca a lo grande, el Manatí I ejercerá de quitanieves en el río.

Anfibio

La barca anfibio que llegará en noviembre viene también de Alemania. En España sólo hay una en Valladolid pero la empresa que la vende pedía mucho más dinero que los alemanes. La anfibio, al ser más pequeña, tiene más versatilidad y se podría incorporar a las campañas específicas de retirada de algas, basura o peces muertos.

Su transporte también resulta más sencillo, la Confederación cuenta con medios suficientes para moverla de un sitio a otro de la cuenca, mientras que para mover la cosechadora habría que contratar a una góndola.

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