Nevado: «Espero que se respete el lugar y la imagen»

El cuadro de la Virgen de la Paz recupera el espacio que le pertenece. Una nueva réplica de la obra luce desde ayer en el sitio en el que durante años se exhibió el cuadro original pintado por Rafael Lucenqui, la hornacina de los soportales de la Plaza Mayor. La última copia tuvo que ser retirada por un acto de vandalismo y, por ello, la nueva se ha blindado contra las gamberradas.

«Espero que el lugar se respete y que podamos disfrutar de la imagen porque éste es un rincón de todos los cacereños», señaló la alcaldesa, Elena Nevado, en la presentación de la nueva réplica. El cuadro, una reproducción fotográfica mejorada, está dotado de marco, bastidor, metacrilato, reja y una iluminación especial para que la obra sea visible por las noches.

Los operarios de la Universidad Popular se han encargado de restaurar el espacio y de incorporar estos nuevos elementos. «Queremos devolver la historia a la ciudad, recuperar recuerdos y disfrutar de este lugar emblemático», contó Nevado. Al acto también asistió Luis Casero, impulsor de la iniciativa.

«He pedido varias veces que se haga una nueva réplica y nunca me han hecho caso. La fotocopia que había era horrorosa y ahora, con una reproducción fotográfica, podemos presumir de este rincón», señaló el fotógrafo. Acudieron a la presentación de la obra Rosa Palomino, concejala de la Universidad Popular, y Jesús Bravo, edil de Cultura.

La obra original de Lucenqui se exhibió en este lugar de los años 1865 a 1992, cuando fue trasladada al Museo Municipal de la plazuela Publio Hurtado. La primera réplica llegó en el año 1997 y permaneció en la hornacina durante trece años, hasta 2010, cuando comenzaron las obras de remodelación de la Plaza Mayor.

La segunda copia se instaló en junio de 2011 y estuvo en los soportales algo menos de dos años.