Moctezuma se vuelca con Dailyn

La pequeña Dailyn Álvarez Acevedo cumplirá 19 meses de vida la próxima semana y ya es una auténtica luchadora. Tiene parálisis cerebral, de modo que tres días a la semana necesita rehabilitación para estimular su capacidad motora. También requiere un preparador nocturno para dormir y una silla especial que mantenga a la niña en posición correcta desde la rodilla hasta la axila. Es la primera y única hija de Ana, de 33 años, y Tito, como llaman cariñosamente al padre, de 38 años, que residen en Aldea del Cano. Ella es cacereña y trabajaba antes de dar a luz para una empresa eléctrica, aunque actualmente está desempleada. Él es cubano y trabaja como vendedor ambulante con dos puestos, uno de elaboración de mojitos y otro, de artesanía de su tierra.

El barrio entero de Moctezuma, donde residen los padres de Ana, se ha volcado con la familia y su deseo, que es buscar una segunda opinión médica en Cuba. Prueba de ello es la gala solidaria que se va a celebrar en el Pabellón Polideportivo de la barriada cacereña el 10 de noviembre a partir de las 12 horas y que, aunque ha partido de la familia, va a ser posible gracias a la colaboración ciudadana. Comerciantes y vecinos quieren remarcar a la familia que no están solos en su lucha y se han solidarizado con ellos de cara a esta jornada. El Mesón Piquiqui y el 'Sal y Pimienta' van a elaborar una paella para unas 500 personas. Cobrarán cada ración a un euro, que se destinará íntegramente a la niña. Asimismo, durante el día habrá actuaciones de copla, flamenco o salsa, entre otras. También se espera la participación de grupos cacereños como La Bruja Roja o Mind Traveller. Asimismo está previsto, entre otras actividades, realizar una subasta de objetos con cartas de la baraja. «Todo el barrio se ha volcado. Nadie me ha dado con la puerta en las narices. Mi marido y yo estamos muy contentos con esta gran colaboración», cuenta Ana. La entrada costará tres euros para los adultos y 1.50 euros para los niños de hasta doce años.

Los padres de Dailyn no supieron hasta pasados los seis meses el trastorno que padecía su hija. «Fue un embarazo tranquilo hasta el punto de que estuve trabajando hasta el día anterior, y un parto perfecto, con epidural pero sin un punto», cuenta la madre. Ya en las primeras semanas, los progenitores notaron algo extraño en la niña. «El papá y yo vimos cosas raras en el movimiento de la pequeña. No movía las manos bien y no sonreía. Fuimos al pediatra pero me dijeron que todo estaba bien», relata. Después, la familia visitó al neurólogo, que realizó diferentes pruebas de movilidad a la pequeña Dailyn. «La seguíamos viendo algo extraño a la niña e insistimos para visitar al especialista, aunque jamás se me pasó por la cabeza que pudiera tener un problema de este tipo. Entonces fue cuando nos dijeron que tenía parálisis cerebral. Con la rehabilitación ella evoluciona, pero muy lento», explica la madre. «No quiero quedarme sólo con una opinión», sentencia.