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ÁLVARO SOTO
Lunes, 21 de octubre 2013, 11:20
A su manera, Jared Diamond es un hombre del renacimiento. Geógrafo, biólogo y fisiólogo, además de ornitólogo y lingüista, este profesor de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA) es uno de los escritores científicos más conocidos y respetados. Considerado por algunos como el Darwin del siglo XXI, Diamond consigue en sus libros una sorprendente mezcla de erudición y divulgación. Con 'Armas, gérmenes y acero' logró el Premio Pulitzer en 1998, después llegó el imprescindible 'Colapso' (2006) y ahora la trilogía se cierra con 'El mundo hasta ayer' (Debate, 2013), una inmersión en las sociedades tradicionales, especialmente en las que aún sobreviven en la isla de Nueva Guinea, donde Diamond ha viajado regularmente desde hace 50 años para conocer los secretos de las tribus.
-¿En qué nos pueden enseñar más las sociedades tradicionales?
-En todos los ámbitos de la actividad humana porque las miles de sociedades tradicionales son como miles de experimentos de cómo se pueden llevar una sociedad. Ellos hacen las mismas cosas que nosotros, tienen hijos, los educan, comen, envejecen, enferman, se enamoran, hablan, discuten, tienen una religión y finalmente mueren, como todos. Nuestra sociedad es más fuerte, tenemos tecnología y armas avanzadas, ellos no tienen eso. Pero el hecho de que nuestras armas sean más grandes que las suyas no significa que nosotros sepamos educar mejor a nuestros hijos.
-¿Y en qué aspectos nuestra sociedad es más fuerte que una sociedad tradicional?
-En las sociedades tradicionales, mucha gente pasa hambre. Nosotros tenemos más seguridad alimentaria (yo sé que voy a comer tres veces al día) porque acumulamos más alimentos y los obtenemos de superficies más amplias. Más ventajas: normalmente no morimos de enfermedades infeccionas porque tenemos médicos. La vida es menos peligrosa para nosotros, no debemos preocuparnos del hambre, de árboles que nos puedan caer encima, de las guerras tribales.
-¿Qué es lo más urgente que deberíamos hacer por el mundo?
-Para empezar, no hacernos esa pregunta. ¡Esa pregunta es el primer gran error! Igual que cuando un matrimonio en crisis pregunta qué es lo más urgente que hay que hacer para salvar la relación. Cuando hacen esa pregunta, yo tengo clarísimo que se van a separar. Con el mundo pasa igual: tenemos problemas de falta de agua, de sobreexplotación pesquera, de cambio climático. Son muchas cosas las que hay que hacer con la misma urgencia, pero por supuesto, falta voluntad política. En EE UU principalmente, pero también en Europa. España, por ejemplo, podría hacer mucho más en cuestiones pesqueras, pero no lo hace porque no hay voluntad política.
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