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E. RODRI
Viernes, 25 de octubre 2013, 12:49
Una de sus principales aficiones, la caza, y su empleo en una ferretería han mantenido a Carlos Bernal ligado al mundo del campo. La afición la tiene «desde que tengo uso de memoria», rememora, mientras que en la Ferretería Morala lleva más de dos décadas, atendiendo a clientes, buena parte de éstos agricultores.
-No obstante este no ha sido su primer trabajo...
-No, antes estuve en una gasolinera y en la construcción. Luego en la Ferretería Morala, donde ya llevo más de 20 años. En este tiempo me he relacionado mucho con agricultores y gente del campo, pues también vendemos maquinaria, como por ejemplo motosierras, desbrozadoras, motoazadas,... También material para los riegos, etcétera.
-En estas dos décadas... ¿Vienen más o menos agricultores por la ferretería?
-Ahora vienen menos. Hay que tener en cuenta que también se cultiva mucho menos que hace veinte años, algo que al final afecta directamente.
-En este mismo periodo, ¿cómo ha cambiado el perfil del agricultor que viene a comprar?
-En la actualidad el que viene gasta menos, o al menos mira más lo que gasta y en que se lo gasta. Antes se compraba más sin miramiento, mientras que ahora siempre preguntan antes el precio o te dicen «qué precio tiene», «¿en qué precio me lo dejas?», buscando incluso el regateo. Antes se buscaba más calidad y ahora sin embargo se pide precio. Por ejemplo, años atrás vendíamos muchas herramientas de la marca Bellota, que es una de las líderes del sector. Sin embargo ahora se venden más otras marcas, precisamente por ser de precios más bajos.
-Imaginamos que este cambio habrá repercutido en la ferretería...
-Pues nos hemos tenido que adaptar a lo que pide la clientela. Si te preguntan por cosas más baratas, pues debes tener disponibles otras marcas más económicas, como así hacemos.
-¿Ha afectado esto al negocio?
-La verdad es que nos vamos manteniendo gracias a Dios.... y gracias a que, como decía, nos vamos adaptando a la demanda del mercado.
-¿Cuenta con muchos tabaqueros entre sus clientes?
-Sí. El tabaquero viene mucho a por equipamiento para tractores, para los aperos,...
-¿Y si finalmente el cultivo del tabaco llegara a desaparecer?
-Uffff... (suspira). Si acabara el cultivo afectaría mucho, pero no solo a nosotros, sino a toda la zona, pues en esta comarca se depende mucho de este cultivo. Para la ferretería sería un gran palo. Tabaco, aceituna,... cualquier cultivo que desapareciese, cualquier cosa del campo que se resintiese en nuestro entorno acabaría afectando muchísimo a toda la comarca.
-Además comenta que usted también es cazador...
-Sí, desde que tengo uso de memoria salgo a cazar. Lo llevo en la sangre porque mi padre lo era.
-Pero tan joven no podría usted cazar...
-Al principio iba con él de morralero y en cuanto tuve edad para llevar un arma lo hice. Con 18 años ya salía con escopeta.
-¿Qué suele cazar?
-Yo soy de caza menor, lo que hay por esta zona. Conejos, perdices, liebres, palomas,...
-En la ferretería eran 20 años y como cazador más de 30. ¿También ha cambiado la caza en este tiempo?
-Pues sí. Ahora hay mucha menos caza que antes.
-¿A qué puede ser debido?
-Estoy convencido que se debe a que ahora se siembra mucho menos que antes. Y como no lo vayamos cuidando y respetando, al final nos quedaremos sin caza.
-¿A qué se refiere?
-Pues que todos los cazadores deberían respetar su cupo de piezas y salir al campo a divertirse y no a hacer una masacre. Nosotros (en referencia a la Sociedad de Caza El Azor, del que es miembro) tenemos un cupo de dos piezas por cazador. Hay que ser sensato y cumplirlo, para así conservar una cosa que nos gusta a todos.
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