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Calderón ya no camina solo
BALONCESTO

Calderón ya no camina solo

El base extremeño comienza este miércoles una nueva temporada en la NBA, la primera con un equipo, Dallas, que al menos competiráLos Mavericks se han reforzado con el base de Villanueva, Ellis, Blair y Dalembert, aunque llegar a playoffs está muy caro

MARCO A. RODRÍGUEZ

Lunes, 28 de octubre 2013, 11:46

Cada vez que José Manuel Calderón se concentra con la selección española siente una profunda liberación. Verano tras verano, salvo alguno sin competición internacional u otros por inoportuna lesión, se daba un baño de autoestima necesario para la salud mental de cualquier deportista de elite. Y más para aquellos que, como él, se toman muy en serio su profesión y añoran objetivos. Con los Gasol, Navarro y compañía encima gana, así que doble satisfacción. El base extremeño no ha competido desde que partió de Vitoria hasta el frío de Toronto tras firmar en agosto de 2005. Tampoco en su minitemporada del curso pasado en Detroit. Ha 'peleado' casi más contra sus propios compañeros para demostrar por enésima vez que debía ser el titular que frente a los adversarios. Los playoffs apenas los olió. Fue bajo la batuta de Sam Mitchell y con Chris Bosh como figura, pero fueron barridos 4-1. Aunque en la NBA todo el mundo es una estrella y ser parte de aquel universo es un éxito al alcance de solo unos pocos, Calderón veía año tras año como su carrera en lo colectivo se estaba desperdiciando por falta de aspiraciones. Ni siquiera las estadísticas individuales mitigaban esta ausencia. Tiene algún registro que es catalogado de mítico, como el récord histórico de tiros libres (98,1%), pero eso es insuficiente para quien sacrifica el ego a costa del rendimiento grupal. Algo similar sentía el mayor de los Gasol hasta que recibió la llamada de los Lakers. Después vinieron dos 'anillos'.

El horizonte del base nacido en Villanueva de la Serena ha cambiado desde que fichó por Dallas. Los tejanos no son los angelinos. Ni siquiera candidatos como en su día lo fueron los Lakers, pero sí pueden luchar por entrar en las eliminatorias, que será muy caro, o al menos plantar batalla. Todo lo contrario a las noches bañadas de derrotas irremediables con Toronto. En la madrugada del miércoles al jueves en España arranca la 'regular season' de los Mavericks, que se estrenan ante los Atlanta Hawks, quienes precisamente enviaron a Detroit a su principal activo, Josh Smith. Resulta curioso que Dumars se ha movido bien y ha rodeado a los futuros talentos de los Pistons de nombres importantes como el mencionado Smith o el base anotador Brandon Jennings. Sería muy cruel que Detroit disputara los playoffs y Dallas se quedara fuera. Con Toronto no hay duda. No entran fijo porque los milagros no existen en esta liga.

Calderón ya no camina solo. En su periplo NBA jamás ha compartido lado de la pista con un jugador como Dirk Nowitzki, quien vuelve con renovados aires tras perderse buena parte de la pasada campaña. Es la referencia en el juego de ataque de la franquicia tejana y, de estar en condiciones, uno de los pocos que puede ser alternativa a los grandes iconos de esta liga: Lebron, Durant, ... Bajo el mando del entrenador actual, Rick Carlise, el alero germano condujo al juguete del irreverente dueño Marc Cuban al título en 2011, el último campeón hasta el dominio en forma de doblete de los Miami Heat.

Nowitzki necesita a Calderón y viceversa. El playmaker extremeño es un perfecto conocedor de lo que precisan sus compañeros y siempre antepone las necesidades colectivas a las individuales. «Hemos visto lo que aporta al equipo: experiencia, control de partido, buenas decisiones de tiro y colocar a cada uno donde toca. Se comunica mucho con todo el mundo. Tiene el juego bajo control y su experiencia nos ayudará en finales ajustados. Calderón ha de ser quien maneje el balón», comenta a la prensa estadounidense el líder de los Mavs. «Dirk Nowitzki hará mi trabajo mucho más sencillo. Estoy encantado con la posibilidad de jugar con él después de haberme enfrentado a él muchas veces tanto en la NBA como con nuestras selecciones. Es la clase de jugador que siempre quieres como compañero», respondía Calderón cuando comenzó a vestirse de corto en su nuevo entorno. Antes de la pretemporada, en una entrevista con este diario, reconocía que Nowitzki influyó para que vistiera su actual camiseta. «Mark Cuban me mandó un mensaje de felicitación y al minuto fue él quien me lo mandó. De hecho me había mandado un mensaje dos o tres días antes diciendo: «Vente con nosotros, vente con nosotros». Dirk ha hecho mucho para que yo esté en Dallas y eso es importante. Que un jugador como él quiera jugar contigo siempre es especial».

Nuevas caras

Unos Mavericks que se ha reforzado bastante para volver a la senda lograda hace tres años. El polémico e histriónico propietario Marc Cuban, que se asemeja más a un feroz hincha con camiseta azul o blanca que a un directivo de traje prohibitivo, se ha movido mucho este verano, pese a que no tuvo respuesta positiva en sus dos grandes intentos de Crish Paul y Dwight Howard.

Junto a Calderón emigraron a Dallas el escolta anotador -más lanzador que convertidor- Monta Ellis, que está sorprendiendo en los bolos de pretemporada por su conducción de juego y asistencias. Para la pintura aterrizó Dalembert, que ayuda en labores oscuras y defensivas; y DeJuan Blair, que se ha rendido ante la dureza y exigencia de Popovic en San Antonio. Su calidad es innegable, pero debe centrar la cabeza.

También ficharon a Devin Harris, el base que podría luchar por el puesto de titular con Calderón, aunque su buena época ya pasó y como está lesionado tardará en jugar. El israelí Mekel, otro de los bases del roster, no es ni de lejos competencia para el español. Continúan, y con un año más, los veteranos Vince Carter, con licencia para tirárselo todo desde el banquillo, y Shawn Marion, el alero de estilo de tiro imposible.

El objetivo son los playoffs. Pese a la pujanza del Este, el Oeste sigue repleto de equipos potentes y otros que se añaden como Houston, que además comparte división. Calderón es optimista: «Creo que sí estaremos. El año pasado se quedaron a unos partidos. Éste creo que tenemos mucho mejor equipo y pienso que podremos estar luchando en los playoffs y dar guerra. Estoy convencido», comenta a EFE. Si todo sale bien, Calderón ya no tendrá que hacer 'terapia' con la selección.

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