La asociación de alcohólicos se queda sin sede

Los recortes también han llegado a las asociaciones, entre ellas a la Asociación Pacense de Alcohólicos Liberados (APAL). Su acceso a las subvenciones institucionales se ha visto limitado y ya no pueden hacer frente al pago de la sede que tienen en la calle Donoso Cortes por lo que van a quedarse sin local. Temen ser desahuciados en unos meses.

El presidente de APAL, Wenceslao Apostua, explica que el nuevo sistema de subvenciones les obliga a justifica r un 30% del dinero que reciban como gasto corriente y otro 70% en personal que no esté ligado al Servicio Extremeño de Salud. En este segundo punto no tienen problemas, ya que cuentan con dos psicólogas independientes para ayudar a los que acuden a la asociación. El conflicto llega porque el piso donde organizan las actividades y la terapia tiene una hipoteca y no pueden justificar su pago.

Ante esta situación optan por trasladarse pero se ven incapaces de asumir el precio de alquiler de un local por lo que piden a las instituciones que les ceda uno.

Actualmente APAL trata directamente a 50 personas adictas al alcohol. Además realiza terapia con familiares de alcohólicos para acompañarlos en el proceso que sufren sus seres queridos.

Los que tienen mucha experiencia en tratar con esta adicción aseguran que la terapia de grupo regular es vital para mantenerse sin alcohol. Por esa razón necesitan una sede con una sala amplia porque suelen reunirse en torno a medio centenar. Como norma las personas que se tratan de alcoholismo deben acudir a terapia, al menos, dos años y luego continuar en contacto con la agrupación.