Cáceres disfruta con Halloween

«¿Por qué me disfrazo? Pues porque hay que reírse. Para una noche que se puede...», cuenta Montse Comesaña, de 36 años. Junto a otras tres amigas, preparaba ayer por la mañana su disfraz y caracterización para disfrutar de la noche de brujas. Son ya muchos los locales y colectivos de la ciudad que se apuntan a la fiesta que se ha celebrado la pasada noche, integrada como una más en el calendario festivo. Es tiempo de calaveras, zombis, murciélagos, lápidas, arañas, calabazas y por supuesto, de disfraces. Montse y sus amigas han decidido caracterizarse como monjas. Ya tienen los hábitos negros, que complementarán con unas gafas y con maquillaje. «Nos pintaremos toda la cara de blanco, con alguna lágrima», explica mientras sus amigas se prueban la ropa en la tienda de Enrique Sáez, 'Kike's', que estos días se convierte en parada obligada en la capital cacereña.

«Si existe, lo tengo», sentencia el propietario entre broma y broma. Lleva más de quince años y cuida cada detalle en su negocio en cuanto a ambientación. Ayer, justo a última hora, es cuando más gente recibía. Algunos llegan con idea fija y otros piden incluso disfraces a la carta. «Llevamos cuatro días con mucha gente pero a tope, sólo el miércoles y hoy (por ayer)», cuenta Sáez.

Pero no todo es Halloween porque la ciudad no se olvida de la festividad de Todos los Santos y de las tradicionales castañas asadas. Lugares como el Olivar Chico de los Frailes, el Cuartillo o a la zona de La Montaña se convertirán hoy en los escenarios perfectos para pasar un día de campo con amigos o con familia, disfrutar de los dulces más típicos, como los buñuelos de viento o huesos de santo, y cumplir con la tradición de la jornada.

Los hay que unen ambas fiestas, como el colegio público Alba Plata, que celebró ayer el tradicional concurso de calabazas decoradas para Halloween, además de realizar talleres de creación de disfraces y de bailes con los alumnos, disfrazados de momias, brujas o esqueletos, entre otros. A ello le unió una degustación de castañas asadas en la que colaboró la asociación de madres y padres del centro escolar.

También han fusionado las castañas y las calabazas en la asociación de vecinos La Cañada. En la casa de cultura hubo ayer durante toda la tarde diferentes actividades participativas. Hubo taller de creación, donde se hicieron diferentes disfraces de demonios para los peques con bolsas de basura, cartulinas y una diadema. Después, la fiesta continuó con un baile, un pasacalles y un asado de castañas. Los niños incluso pidieron golosinas por las viviendas del barrio. En la ludoteca también se celebró una fiesta infantil con juegos populares.