Entre flores y tumbas

Durante todo el día de ayer los dos cementerios de la ciudad registraron un intenso trajín de personas. Desde primera hora de la mañana tanto el cementerio viejo de San Juan como el cementerio nuevo de Nuestra Señora de la Soledad comenzaron a recibir visitas como cada año por estas fechas.

Miles de pacenses se han acercado estos días a dichos espacios para preparar y decorar los nichos y sepulturas. Todavía ayer algunas personas le daban los últimos retoques de limpieza a las lápidas de mármol y retiraban las flores de plástico que han adornado durante todo el año los enterramientos para sustituirlas por flores frescas.

Desde el pasado fin de semana, los vecinos de Badajoz acuden a los dos camposantos para adecentar las tumbas y honrar a sus difuntos. Sin embargo, ayer y hoy son las jornadas en las que se contabilizan una mayor afluencia de público. Los entornos de ambos recintos funerarios estuvieron abarrotados de coches este viernes Día de Todos los Santos por el gran volumen de gente que se desplazó hasta estos lugares.

El constante goteo de ciudadanos que llegaban cargados de flores, sillas, escaleras y cubos fue llenando estos espacios. En esta fecha tan señalada, vecinos de todas las edades aprovechan para ir al cementerio en el que descansan los restos de sus seres queridos. El sol y las agradables temperaturas respetaron este solemne día.

Los agentes de la Policía Local que se habían trasladado hasta el cementerio nuevo tuvieron que regular el tráfico en las horas punta del día porque la zona de estacionamiento estaba colapsada. A las puertas de estos recintos permanecen durante estas jornadas instalados diversos vendedores de flores. Los gerentes de las floristerías coinciden en que la campaña que se realiza para esta festividad es de las más significativas para el sector junto con el Día de la Madre. Las ventas que se registran en esta época suponen un volumen importante de negocio. «Estos días representan, aproximadamente, el 50% de las ganancias de todo el año. No paramos. Empezamos a las 8.30 horas y hasta 18.30 o 19 horas no nos vamos», manifiesta Cristina Terrón, de la floristería La Orquídea.

Estos tenderos llevan establecidos en los cementerios desde principios de semana. La mayoría coincide en que aunque la afluencia de público es parecida a años anteriores, la venta de flores cae en picado desde hace tiempo. Los responsables de este tipo de negocio apuntan a la crisis como la principal causa de este descenso. Concretamente, señalan que la compra de flores ha caído a la mitad. «Ha bajado un 50% con respecto al año anterior. El panorama está muy mal, la cosa está muy parada. Cada vez está más floja», afirma Montse Arnés.

La crisis no ha conseguido que los ciudadanos dejen de comprar flores, pero sí adquieren menos cantidad. Arnés explica que hasta hace unos años los clientes compraban para estos días tres y cuatro ramos de flores. «Ahora se llevan uno y con ese adornan dos o tres tumbas. La gente gasta menos dinero que antes», sostiene. Los claveles y margaritas son las flores más demandadas. Los primeros cuestan 7 euros la docena y las segundas 5 euros el paquete. «Los precios se mantienen desde 2006», destacan varios tenderos.

Hoy continúan los actos para conmemorar esta fecha. Ambos camposantos acogen esta mañana una misa. En el cementerio de San Juan será a las 11 horas y en el nuevo a las 12.

Hasta el domingo también estará disponible el servicio especial de autobús al cementerio nuevo. Los autocares partirán desde la Plaza de la Libertad, en las traseras del edificio de Correos, a las 10, 11, 12, 15.30, 16.30 y 17.30 horas. Media hora después saldrán los de vuelta.