La otra parcela espera también una solución

Con el punto de acopio provisional se ha solucionado parte del problema que dejó el antiguo vertedero de las Cuestas de Orinaza. El compromiso de los transportistas es regenerar la zona que les cedió el Ayuntamiento a base de material reciclado y una cubierta vegetal que selle definitivamente la basura.

Pero las montañas de basura se extendieron más allá de esta parcela y todavía espera una solución definitiva otras cinco o seis hectáreas entre este punto de acopio y la estación de agua potable Santa Engracia. La asociación de vecinos del Gurugú criticó en verano los continuos incendios que se prendieron cerca del antiguo campo de fútbol porque algunos chatarreros seguían acudiendo a buscar materiales y provocaban hogueras para quedarse con los de más valor. Incluso pidieron en su día un informe a la Junta de Extremadura para que evaluara si estos restos podían suponer alguna amenaza para el agua que se trata en Santa Engracia. A la zona de vertidos se accede por un camino en buen estado y poco transitado.