Clausuran una carnicería de Aldea Moret por generar demasiado ruido

El Ayuntamiento clausuró ayer una carnicería ubicada en la avenida de la Constitución, en Aldea Moret, atendiendo a las quejas de dos vecinos que denunciaban el exceso de ruido que generaba el establecimiento.

Las mediciones realizadas por técnicos municipales habían confirmado que, efectivamente, la carnicería ocasionaba una contaminación acústica por encima de los niveles permitidos.

Las fuentes de ruidos son las cámaras frigoríficas y los motores para la refrigeración de las vitrinas, que en muchas ocasiones, según las denunciaban, funcionan durante las 24 horas del día.

Una familia principalmente, la formada por Josefa Candela y José Antonio Erce, que tienen un hijo de dos años y medio, han llevado su caso a todas las instancias posibles, incluida la Fiscalía. También la Asociación de Cacereños contra el Ruido había apoyado públicamente sus reivindicaciones.

El pasado mes de enero, este diario se hacía eco de su calvario («dormir es un lujo para nosotros», aseguraba el matrimonio, ya que el ruido donde más se nota es en el dormitorio principal), y en mayo la propia Josefa exponía su caso en el pleno municipal, en el turno abierto a la participación ciudadana. La alcaldesa, Elena Nevado, se comprometió entonces a intentar resolver el problema.

Sus primeras denuncias, en cualquier caso, se remontan al 2007, un año después de ocupar la vivienda de la avenida de la Avenida de la Constitución, una primera vivienda encima de la carnicería. Desde entonces y hasta ayer, cuando se produjo el precinto de la carnicería, han venido quejándose.

Reponsables del negocio señalaron en enero que cumplían la norma y que se trataba de un enfrentamiento personal.