Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 31 de marzo, en Extremadura?
:: R. M./REUTERS
La tropa del 'team 54'
SOCIEDAD

La tropa del 'team 54'

Policías, bomberos, investigadores, albañiles, estudiantes y hasta oficiales de aduanas en la frontera con España. Los futbolistas de la selección de Gibraltar bregan dentro... y fuera de la cancha

UN ONCE PARA LA HISTORIA DANIEL VIDAL

Sábado, 23 de noviembre 2013, 01:02

La selección de fútbol de Gibraltar tiene una buena tropa de currantes. No solo sobre el césped, donde los futbolistas del último combinado admitido por la UEFA, el número 54 -ellos ya se han puesto el sobrenombre de 'team 54'-, se dejaron la piel este martes para arrancar un pobre empate a cero en el amistoso que les enfrentó a Eslovaquia en el 'destierro' portugués de Faro. El primer partido oficial de los llanitos con todas las de la ley fue celebrado como una victoria en una Eurocopa. La brega que exhibieron en la cancha el capitán y defensa central Roy Chipolina, Liam Walker, auténtica estrella de los rojillos, o Lee Casciario, elegido el mejor delantero de la liga gibraltareña (28 equipos y casi mil jugadores federados) del año pasado, también se traduce fuera del campo, en el día a día de estos jugadores de fútbol con vidas de aficionados de grada norte. El propio Lee, uno de los tres hermanos Casciario de la selección (junto a Kyle y Ryan), es policía. Walker, una zurda mágica que llegó a tocar el cielo con la punta de la bota en el Portsmouth inglés, admirador de Messi e Iniesta, es ahora una de las referencias ofensivas del San Roque gaditano de la Tercera División, equipo en el que entrena por las tardes y que le paga 1.500 euros que le dan «para vivir con comodidad». Pero como a Liam Walker le gusta «pensar en el futuro», las mañanas las tiene ocupadas, desde las ocho hasta la hora de comer, en la empresa de construcción de su padre, que le paga 1.200 libras, otros 1.500 euros. Un doble sueldo más que decente.

Ray Chipolina, por su parte, es un fijo del Lincoln (campeón de las últimas once ediciones de la Premier League gibraltareña) y también del puesto fronterizo entre España y el Peñón. Es oficial de aduanas y un hombre muy recto: esta semana aseguraba a este periódico por Twitter -donde le siguen algo más de 300 personas- que tenía que «pedir permiso para poder hablar sobre el equipo. ¡Y solo preguntas deportivas!».

Jordan Pérez, el portero titular, es bombero. Y hay albañiles, funcionarios, estudiantes, militares... Ocupaciones necesarias para ganar un dinero que en el fútbol gibraltareño, completamente amateur, brilla por su ausencia. Eso sí, para el partido contra Eslovaquia, la Federación de Fútbol de Gibraltar dispuso una buena recompensa para repartir entre todos los protagonistas de la histórica foto. Esta vez, el permiso para escaquearse del trabajo no era para ver el partidazo del siglo para los llanitos, casi a la altura de aquel célebre Gibraltar-Real Madrid que acabó con empate a dos en 1949. Esta vez, el permiso era para jugarlo.

Convocado por Twitter

En el equipo hay historias personales muy alejadas de los triunfalismos galácticos de los Neymar y los Cristiano Ronaldo, aunque alguno de los jugadores haya compartido club con el astro portugués. Es el caso de Danny Higginbotham, un curtido y veterano defensa de 34 años, con más de 300 partidos en la Premier (la buena), que da sus últimas patadas al balón en el Preston, de la quinta división inglesa, aunque comenzó en la cantera del Manchester United, donde despuntó Ronaldo antes de recalar en el Madrid. A Danny le convocó el seleccionador de Gibraltar, Allen Bula, vía Twitter. Ni cartas lacradas ni llamadas nocturnas al móvil. El 'viejo' central no se lo pensó dos veces: «Siempre quise ser internacional con Inglaterra. ¿Por qué no serlo con Gibraltar?». Un broche de oro a su carrera. Y prácticamente un sueño convertido en realidad para los 24 privilegiados que han formado parte de esta primera convocatoria internacional con el 'team54' como miembro de la UEFA. «Excitado, nervioso, orgulloso», se sinceraba Chipolina poco antes de disputar el encuentro. Como los tres miembros de los Casciario, los Chipolina también vivieron este acontecimiento histórico en familia y sobre el césped: Roy y Joseph Chipolina son defensas titulares, pero también hermanos de sangre.

Allen Bula no tiene mucho donde escoger para construir su 'once'. Con solo 30.000 habitantes (cinco mil menos que Teruel) y sin fútbol profesional, Gibraltar es terreno abonado para que en su combinado abunden, casi por necesidad, los lazos familiares y los más diversos oficios. Bula, que vive en La Línea de la Concepción, llegó a hurgar en las ancestrales raíces llanitas del propio Higginbotham, del lateral Wiseman y del delantero Priestley, todos ellos jugando en Inglaterra, para aportar calidad al equipo. La gran mayoría, no obstante, procede de los modestos equipos de la liga local de Gibraltar, algunos con nombres tan imponentes como Manchester United 62 FC o Boca Juniors, pero cuajados de futbolistas amateurs como Jeremy López, del propio Manchester y también internacional, además de investigador para la Industria de la Cultura y el Deporte de Gibraltar. Él también tuvo que pedir autorización en el curro para jugar y hasta tuvo miedo de que no se la dieran: «La Federación envía la carta a la empresa tres o cuatro días antes y los jefes no siempre aceptan. Tenía miedo de tener que elegir entre el trabajo y la selección. Sinceramente, prefería perder el trabajo». En el Peñón, con una tasa de paro del 3%, no parece tan grave que te despidan por ir a pegarle patadas a un balón. Aunque tenga el escudo de la UEFA.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy La tropa del 'team 54'