«Hoy por hoy no me arrepiento de dejar el cultivo de tabaco»

La mayor parte de su vida la pasó cultivando tabaco, oficio que aprendió de su padre pero que finalmente abandonó, en buena parte espoleado por la incertidumbre que desde hace años atraviesa el sector. Hoy, casi una década después, Ángel Correas regenta Viveros Correas S.L., en Losar de la Vera, y se muestra satisfecho con el cambio.

-¿Cómo recuerda aquellos primeros años en el campo?

-Pues la verdad es que prácticamente me crié en la finca. Mis padres cultivaban seis hectáreas de tabaco Burley y pimiento en la Rivera. Ayudabas en lo que podías desde bien pequeño.

-Y posteriormente se hizo cargo de la explotación....

-Sí. Antes mi padre ya había dejado de poner pimiento porque en aquellos tiempos no se secaba aquí, lo compraban los murcianos en verde para llevárselo a secar allí y la verdad es que no tenía cuenta. También pasó de cultivar Burley a Virginia (tabaco rubio), como la mayoría de los agricultores de la zona, porque era más rentable, así que las seis hectáreas ya se ponían enteras de rubio cuando me hice cargo. Tenía 23 años, y empecé a coger más tierra para poder aumentar la producción.

-¿Cuánto fue lo máximo que cultivó?

-Llegué a tener unas diez hectáreas, con una producción de 35.000 kilos de Virginia.

-¿De qué forma se inició en el mundo de la jardinería?

-Empecé durante los inviernos. Como el cultivo del tabaco te deja los meses de invierno libres, aprovechaba para hacer algunos trabajos de jardinería. De esta forma vi que en este sector había trabajo, que podía ser un medio de vida. Entonces monté el centro de jardinería Viveros Correas, hace ya ocho años. Durante un año lo compaginé con el tabaco, pero cada vez tenía más trabajo en el vivero así que llegó un punto en el que tuve que decidir qué hacer, si una cosa o la otra. Además en aquellos años el tabaco empezaba a dar tumbos y a no ser tan rentable. También teníamos problemas con la mano de obra, cada vez resultaba más costoso. Mi decisión fue esta, la jardinería, porque para mi era más rentable. Y la verdad es que hoy por hoy no me arrepiento.

-No obstante en este tiempo su nueva empresa también ha evolucionado...

-Así es. En principio nos dedicábamos exclusivamente a jardinería y ahora se ha transformado en multiservicio.

-¿Por qué?

-Porque a los propietarios de muchas de las fincas que en principio llevaba el mantenimiento de jardines, árboles y demás no les gusta que entre mucha gente en sus propiedades, prefieren que siempre sean los mismos, que una misma empresa se encargue de todo, pues les da más confianza. Así que nos fuimos adaptando y empezamos a hacer un poco de todo, desde jardinería y albañilería hasta montaje de piscinas, depuradoras, fosas sépticas, electricidad, pintura... Hacemos un mantenimiento integral de todo. Con otros clientes, como por ejemplo el Parador de Turismo de Jarandilla, nos ceñimos más a la jardinería, aunque también les hacemos otra serie de trabajos. Por otro lado también licitamos obras públicas.

-Comentaba que no se arrepiente del cambio. ¿Tan mal ve el futuro del tabaco?

-Dentro de unos años no se si me arrepentiré, pero hoy por hoy no. El cultivo del tabaco está como está y no hay que darle más vueltas. Además creo que por desgracia va a ir a peor. Por eso me embarqué en este proyecto, aunque al principio mucha gente pensaba que no tendría futuro. Pero yo creía en ello. De hecho todo lo que he llevado a cabo en mi vida ha sido por que creía en ello.

-No obstante a su sector también le afecta la crisis...

-Sí. Principalmente ha bajado la venta de viveros, que en un 90% depende de la gente que viene de fuera. Y cada vez vienen menos. Por otro lado también ha bajado, por ejemplo, el mantenimiento de las piscinas. Hay fincas en las que siempre estaban activas y ahora llevo dos años sin ponerlas en marcha.