Se ve de lejos y realiza dos pasadas antes de multar

El funcionamiento del multacar es sencillo. Es un coche policial con varias cámaras. Una lee la matrícula y otras registran la imagen del coche infractor. Están en el exterior y se ven desde lejos. Esto provoca que se pueda huir al verlo si están cerca.

Además da dos vueltas. Primero el coche pasa por una calle y registra todas las matrículas de los coches mal aparcados pero aún no sanciona, ya que estacionar es legal si no supera los dos minutos y si no hay sitio libre cerca. Por esa razón el vehículo policial vuelve a pasar por la misma calle unos minutos después (la frecuencia la decidirá el Ayuntamiento de Badajoz). Los coches que sigan mal aparcados quedan registrados y al final del día se descarga la memoria del ordenador y se tramitan las multas.

La sanción que recibe el infractor incluye la matrícula del coche y las dos fotos que demuestran que estaba mal aparcado.