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A. GILGADO
Domingo, 1 de diciembre 2013, 09:09
Afirma José María Reino, el presidente de la Federación de Comercio de Badajoz, que no hay que lanzar las campañas al vuelo, pero los indicadores hablan de un cambio de tendencia.
El comercio espera cerrar este año la primera campaña de Navidad positiva en cuatro años. Desde 2008 los volúmenes de facturación han ido bajando escalones, pero el sector espera ahora subir uno. No es para tirar cohetes, señala Reino, pero romper la tendencia ya es un paso.
Desde Fecoba apuntan dos variables para sostener su moderado optimismo. La primera tiene que ver con el medidor de consumo mensual minorista que elabora cada año el Instituto Nacional de Estadística.
En términos porcentuales, el año pasado a estas alturas el indicador mostraba un -4% la contracción de las ventas en la región, el del último mes se queda en un -1%.
La otra baza de la campaña pasa por los funcionarios. Ya se sabe que el año pasado a muchos se les quitó la paga extraordinaria de diciembre -los de la Junta la recuperaron en enero- y su vuelta vale como contraargumento para lo que se denunció el año pasado.
En 2012, cuando el Gobierno decidió eliminarla como medida de ajuste, sindicatos, partidos políticos y empresarios señalaron directamente al comercio como principal perjudicado.
El retorno de la retribución supone que este año hay 95.000 bolsillos en la región más holgados que la campaña anterior. Los comerciantes esperan que esa holgura se traduzca en más consumo.
En la calle Menacho también tienen motivos para el optimismo. Según explican desde el Centro Comercial Abierto, en octubre, último mes que tienen cifras concretas, sus comercios han logrado un 1% más de facturación que en octubre de 2012. Lo relevante no viene por la cantidad, sino en el tiempo. Es el primer repunte en cuatro años, según explicó Emilio Doncel, responsable de la agrupación de empresarios de esta calle.
Para los empresarios, se trata de un dato novedoso e ilusionan de cara a la campaña navideña recién estrenada el viernes con el alumbrado navideño.
Igualmente apuntan al optimismo y la cautela porque llevan un año especialmente sangriento. Doncel recuerda que en los primeros diez meses de 2013 han facturado un 7% menos que en 2012, de ahí la importancia de este 1% positivo.
El representante empresarial apunta más a los esfuerzos de los empresarios para poner precios competitivos que a la mejora de la economía.
Bajando de las estadísticas y de las conjeturas, también en los mostradores hay cierto optimismo.
Nuria Tirado trabaja en una joyería de la avenida Ricardo Carapeto, la principal avenida de San Roque.
Su particular termómetro de la evolución económica se mide en metales. Nuria explica que la campaña pasada sólo vendieron plata y que para esta ya tienen encargos de oro. Notó la remontada en el segundo trimestre del año. El verano ya fue algo mejor que el de 2012 y espera que a lo largo de este mes se confirme la tendencia.
Aunque habla de remontada, lo hace en términos muy cautos. «Sigue habiendo gente que viene a empeñar el oro y le decimos que al precio que está podría esperarse, pero no pueden, pero al menos también vemos que algunos vienen a recuperar algo que dieron».
Otro sector indicativo de las próximas semanas son las jugueterías. En el centro acaba de abrir una Antonio Prieto. Todavía ve prematuro sacar una conclusión, pero dice que en la última semana han atendido algunos pedidos. «Empezar antes que en las últimas campañas también es significativo».
En las perfumerías, otra parcela que pone en juego muchas expectativas en las próximas semanas, hablan igualmente de un tímido repunte. Ana María Sánchez, que lleva ya varias Navidades en el mostrador de su establecimiento cuenta que algunos proveedores ya le han dicho que en los primeros pedidos hay «más alegría que antes, pero tampoco para tirar cohetes». En muchos casos, más que repunte los empresarios tienen la sensación de que se ha tocado fondo. A peor ya no se puede ir, dice Antonia Carvajal. Gestiona una tienda de animales y productos para mascotas con sus hijos y durante estas fechas acostumbraban a tener muchos pedidos de reptiles o peceras. En su establecimiento cerraron un buen mes de agosto, pero no tienen muchas esperanzas en la Navidad. Dice que en San Roque, donde tienen la tienda, muchos de los ingresos dependían de la construcción y los comerciantes del barrio no van a notar mucho la vuelta de la paga extra de los empleados públicos porque este público no tiene mucha incidencia.
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