El baile de las cifras y las palabras

Miguel Ángel Morales, portavoz del grupo socialista, sacó el informe económico-financiero de los presupuestos y se fijó en la página dos. Allí se indica que las inversiones previstas para 2014 se elevan a 37,3 millones. No son los 40 que dice el Gobierno. Ni mucho menos los 60 que llegó a avanzar en algún momento el presidente.

La explicación está, como casi siempre, en los matices. El Gobierno incorpora en el total inversor no solo el capítulo 6 ('inversiones reales') sino que suma además cantidades de otros capítulos. Por ejemplo, las transferencias de capital.

Laureano León fue todavía más allá. Añadió los más de 18 millones del segundo año del plan de obras, las del 2015. Al tratarse de un programa bianual se permitió esa licencia. De hecho, ayer ese plan recibió el OK del pleno y llegará a 221 pueblos.

Eso sí, tendrán que adelantar un 15 por ciento del dinero. Saturnino López Marroyo, vicepresidente, reprochó la actitud «hipócrita» del PSOE. «Han tenido 28 años de Gobierno para disminuir esa aportación de los pueblos», le dijo a Morales. El portavoz socialista había pedido reducirla y se sintió dolido por el término utilizado. Marroyo tuvo que matizar: «No le llamo hipócrita, señor Morales, hablo de actitud de hipocresía. Si le ha molestado le pido disculpas».

Duro había estado antes Carlos Labrador (PSOE) en el debate sobre la Relación de Puestos de Trabajo. Incluso amenazó con llevar por la vía judicial el incumplimiento de la ley, al crearse -señala- nuevas plazas e incrementarse retribuciones en determinados puestos.