

Secciones
Servicios
Destacamos
MARÍA JOSÉ TORREJÓN
Domingo, 15 de diciembre 2013, 09:53
Poco a poco se van concretando nuevos detalles sobre la futura apertura al turismo de uno de los palacios más impresionantes de la Ciudad Monumental. La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, propietaria del inmueble, llevará a la práctica este proyecto en 2014, aunque todavía se desconoce el mes a partir del cual los visitantes podrán recorrer el interior de la construcción.
Lo que sí parece estar más o menos claro es lo que verán una vez que accedan al edificio. Recorrerán, en total, cinco estancias situadas en la planta baja del inmueble, donde podrán descubrir frescos del siglo XVI y cartas originales de Isabel la Católica enviadas a Sancho de Paredes Golfín, camarero de la reina y propietario del palacio. Estas misivas forman parte del gran archivo documental que se conserva en los Golfines de Abajo y quedarán expuestas en una de las estancias nobles de la construcción. Hay que recordar que este palacio brindó alojamiento a los Reyes Católicos durante las visitas que realizaron a la ciudad y que en su fachada principal se puede apreciar el escudo de Isabel y Fernando.
La Fundación Tatiana Pérez, cuyos integrantes han visitado esta semana Cáceres, destaca la importancia de una de las cinco habitaciones que se abrirán al público. Se trata de la Sala de Armas o Sala de los Linajes. Es aquí, en sus paredes, donde se encuentran las pinturas del XVI, que cuentan la historia de la familia Golfín a través de la heráldica. Destaca, además, el artesonado de madera del techo de la habitación, que se dotará de una iluminación especial para ensalzar la decoración de sus paredes. En esta sala, además, se exhibirán las espadas y armaduras que se conservan en el palacio. Los frescos de la Sala de los Linajes se recuperaron durante la rehabilitación llevada a cabo en el interior de la construcción durante esta última década. Anteriormente, y tras ser apercibida por la Junta de Extremadura por el estado de abandono en el que se encontraba el inmueble, la propiedad reparó la cubierta del edificio.
El resto de salones visitables lucirán el mobiliario que se conserva en el palacio. La mayoría data de los siglos XVIII y XIX. Grandes chimeneas y lámparas de araña permitirán al visitante retroceder en el tiempo y viajar a otra época. En estos momentos, según se informa desde la Fundación, se trabaja precisamente en la restauración de muebles y cuadros.
Todavía quedan por concretar algunos detalles. Además de fijar la fecha de apertura, aún no está decidido si se cobrará o no entrada, si las visitas tendrán que ser concertadas previamente o si las puertas permanecerán abiertas a diario. Mientras estas dudas se despejan, la Fundación Tatiana Pérez empezará en breve a señalizar el recorrido que deberán seguir los turistas, a colocar las placas informativas en todos los lugares de interés del palacio y a realizar un inventario detallado de todos los bienes que permanecerán a la vista del público.
La apertura al turismo del Palacio de los Golfines de Abajo se hará coincidir con la presentación en sociedad de la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno en Cáceres. Hay que recordar que esta fundación se constituyó en el mes de abril de 2012 con el objetivo de gestionar el patrimonio legado por su impulsora, que falleció seis meses más tarde sin descendencia directa. Doña Tatiana, de 88 años, era grande de España, condesa de Torre Arias, marquesa de Santa Marta y marquesa de la Torre de Esteban Hambrán. Aunque nació en San Sebastián y siempre residió en Madrid, sus raíces familiares la mantuvieron unida a Cáceres. Su vasto patrimonio incluye, además, el Palacio de los Arenales de la carretera de Malpartida de Cáceres, convertido en la actualidad en un hotel de cinco estrellas.
La Fundación tiene fijada su sede en Madrid, en el número 25 del Paseo del General Martínez Campos. Aquí se llevó a cabo el pasado mes de junio su presentación en sociedad. La conservación y restauración del patrimonio histórico y artístico para facilitar su utilidad social es una de las cuatro metas que se ha propuesto la entidad. Tiene, además, otros fines, como el fomento del estudio y cuidado de la naturaleza y la actividad rural; el impulso de la investigación científica y el «desarrollo profesional, cultural y cívico de los jóvenes mediante el apoyo a una formación en la excelencia», según detalla en su página web. Además de sus posesiones en Madrid y en Cáceres, la Fundación también tiene propiedades en Córdoba y Ávila. Se trata en ambos casos de fincas rústicas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.