Comida navideña con pancartas

El barrio de Antonio Canales se echó a la calle al mediodía de ayer para disfrutar de una comida navideña. Es lo típico en estas fechas. Las asociaciones vecinales organizan las tradicionales migas o cualquier otro acto de convivencia y celebración de Navidad. Sin embargo, el barrio de Antonio Canales fue más allá, y el ambiente festivo tenía al mismo tiempo un marcado carácter reivindicativo, con la plaza principal llena de pancartas en las que se leían las quejas y peticiones dirigidas al Ayuntamiento.

«Queremos el local ya», «Muchos casos de cáncer en nuestro barrio, ¿será por las antenas?», «Exigimos la retirada de las antena, ya» o «Queremos un parque limpio» eran las pancartas exhibidas mientras gran cantidad de vecinos degustaban la bebida y comida servida al aire libre.

El presidente de la asociación vecinal, Manuel Campón, contó con el respaldo de representantes de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos, cuyo presidente, David Barcenilla, participó en la fiesta reivindicativa y se mostró convencido de que durante estas mismas fechas navideñas otros barrios harán lo mismo que el de Antonio Canales: «este barrio ha mostrado su indignación y ha sido el primer que ha dado este paso, pero otros también lo harán», afirma para señalar que los vecinos de otras zonas de la ciudad también llevan esperando mucho tiempo a que el Ayuntamiento atienda sus necesidades sin conseguirlo.

En el caso de Antonio Canales, la lista de reivindicaciones es larga y destaca el problema de la saturación de antenas que padece la torre de Peña Redonda desde hace muchos años. A principios de año, el Ayuntamiento revisó las antenas colocadas y anunció tener previsto solucionar el problema, pero el barrio exige la retirada definitiva de estas instalaciones de telecomunicaciones e incluso teme que su existencia pueda ser dañina para la salud. Por ello en una de las pancartas se alude a la proliferación de casos de cáncer entre los residentes del barrio.

La asociación también considera grave el problema del inmueble bajo el cual está la sede vecinal. Se encuentra en estado ruinoso y el presidente vecinal ha alertado del peligro de manera reiterada al Ayuntamiento, que llegó a anunciar el arreglo de la casa para ampliar la sede de la asociación, «pero todavía no han hecho nada», se lamenta Manuel Campón, quien considera que el Ayuntamiento no atiende las peticiones del barrio: «estamos hartos de que no nos atienda», añade y justifica el tono reivindicativo de la comida navideña de ayer por esa pasividad municipal.

Campón recuerda otras deficiencias, como la falta de limpieza del parque, «que es todo él un gran pipi-can».

También se refiere a la existencia de bordillos de aceras demasiado elevados, con hasta 50 centímetros de altura, con las dificultades consiguientes para las personas mayores, sobre todo: «por mucho que hablen de Cáceres como ciudad con accesibilidad, este barrio no es accesible», se lamenta el dirigente vecinal, quien tampoco olvida la pista deportiva cerrada desde hace nueve años.