Derbi blanquinegro sin brillo

El CD Badajoz se adjudicó el derbi ante el Cerro de Reyes en un partido cuyo marcador no refleja el sufrimiento que supuso la victoria. El cuadro cerrista, fiel a sus enfrentamientos con el vecino, hizo sudar mucho a los de Víctor López, que sólo vieron el panorama despejado en el tramo final, después del 2-1. Sito y los recambios del preparador local fueron protagonistas de un encuentro en el que los blanquinegros contaron de nuevo con el apoyo incondicional de su hinchada. Se marcha de vacaciones más líder, pero mal haría en fijarse más en el electrónico que en algunas lagunas de su juego.

Desde el primer momento se vio que el Badajoz tenía rival. Nada que ver con lo ocurrido siete días antes frente al Talavera. El Cerro, de verde en vez de su clásica elástica azul y blanca, siempre le ha metido en problemas cada vez que se han enfrentado. Se encerraron atrás con aplomo pese a la falta de costumbre a un campo de las dimensiones que gasta el Nuevo Vivero. No recibieron demasiados sobresaltos en todo el primer tiempo pese a las ganas del adversario por agradar a su numerosa afición, que no falló pese al incremento de precio por ser día del club. Además, sus salidas desde atrás eran veloces, buscando arriba al tridente que formaban Juanma y los extremos Ronaldo y Cristo.

Larguero para empezar

La primera para los locales la tuvo Sito al rematar un centro por la derecha que impactó en el travesaño junto a la estirada de José Manuel, ayer titular en detrimento de Jero. Apenas era el minuto 2. Lo que fue un inicio prometedor derivó en un ritmo lento y con escasas aproximaciones porque los albinegros lo siguieron intentando sin claridad. Y mientras, a los de Juan Alfredo Soriano les convenía que no sucediera nada reseñable. No creaban mucho fútbol -salvo alguna rápida contra-, pero eran solventes en la destrucción del talento adversario. Hasta el 24, el Badajoz no tendría otra ocasión por medio de un fuerte disparo de Macarro que se fue a la derecha del meta cerrista.

Se pasaba el primer acto y el líder no vislumbraba peligro serio hasta que Pablo Dávalos recoge un intento de remate de Marco Ortega y perfora la red de fuerte lanzamiento en el minuto 36. Primer fallo serio de la zaga visitante y el centrocampista blanquinegro se lo hacía pagar. El Cerro reacciona y sube algo las líneas en la recta final del primer tiempo. Primero avisa Isma desde fuera del área con una gran respuesta de Kouba, que despeja a saque de esquina. Y en ese mismo corner, Ale anota el empate de fuerte testarazo y con un guardameta menos brillante que en el lance anterior. Gol de los llamados psicológicos pues segundos después el árbitro mandó a todos al vestuario.

Sigue la imprecisión

Tras la reanudación, el fútbol no cambió demasiado. Un Badajoz bastante gris y algo tocado en lo anímico por la conquista de las tablas del vecino pacense. Hasta el minuto 10 no inquietó y fue a balón parado mediante un bombazo de Gugu que se envenena y pone en apuros a un José Manuel que forzó el saque de esquina aunque el árbitro no lo viera. Y cuando peor pintaban las cosas para los blanquinegros, una internada por el carril zurdo permite a Copito -hasta entonces inédito como otros pesos pesados como Golo- servirle en bandeja el pase de la muerte a Sito, que fusila con calidad y adelanta a los suyos con una nueva diana en un estadio que parece se le da muy bien.

Contestaría Carlos para los cerristas con una certera falta lejana. El Badajoz creció con el cansancio rival, más espacios, y el aire renovado cambios como Quini y Rooney. Y con un panorama más beneficioso, Quini casi sentencia el derbi entrando con velocidad en el área sin que pudiera ser frenado después de una acción de un Copito que no marcaba pero que aparecía en los goles.

No marcaba el goleador, pero marcó al final en virtud de una magnífica contra conducida por Rooney y el artillero nacional asegura al empujarla. El de la Torre se lo dedicó a su abuela. El Cerro, que sumó alguna llegada con José Enrique, estaba recibiendo demasiado castigo porque el 4-1 no reflejaba lo sucedido hora y media antes. El ocaso del choque fue una fiesta de la contra para el líder. Víctor dio entrada en el campo a Carlos Bandera, subido del filial. Sin alardes ni brillantez, el CD Badajoz 1905 se escapa con 12 puntos en la tabla ante un buen Cerro de Reyes que cae a la octava posición por sus malos resultados en las tres últimas jornadas.