Borrar
Los bomberos hacen hasta cuarenta salidas en 24 horas por el temporal
BADAJOZ

Los bomberos hacen hasta cuarenta salidas en 24 horas por el temporal

La tromba de agua se complicó al quedar los imbornales taponados por restos de ramas y hojas que tiró el viento

A. GILGADO

Lunes, 30 de diciembre 2013, 09:13

Con los tirantes del puente Real revisados recientemente y varias casas abandonadas del Casco Antiguo apuntaladas, el daño del temporal de Nochebuena y Navidad se reduce a las alcantarillas.

Las rachas de viento del martes por la tarde tiraron hojas y ramas de los árboles al suelo que por la noche la lluvia arrastró hasta formar una masa vegetal que taponaba los imbornales.

Con muchos aliviaderos atascados, los bomberos apenas tuvieron descanso durante las veinticuatro horas que se prolongó el temporal en la ciudad para retirar los restos.

Según explicaron ayer efectivos de este cuerpo, en Nochebuena tuvieron treinta salidas y ayer día de Navidad, hasta las doce, otras nueve o diez.

La mayoría de estos servicios se centraron en las balsas de agua que se formaron en la vía y en el peligro por desprendimiento de árboles, toldos y tejados.

Aunque el viento azotó durante todo el día, la Nochebuena se empezó a complicar a partir de las seis de la tarde.

Según los datos registrados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), entre las seis y las doce de la noche las nubes descargaron en la ciudad 27 litros por metro cuadrado. Las rachas del viento en ese tramo fueron de entre sesenta y setenta kilómetros por hora. La más fuerte registrada por la Aemet fue a las ocho menos diez y alcanzó los 77 kilómetros por hora.

Entre este tramo horario también se vivieron las incidencia de tráfico más peligrosas. En la carretera de Valverde en dirección a las Vaguadas se formaron enormes balsas de agua, lo que obligó a cortar un carril de la vía hasta que se desalojó el agua acumulada. Los conductores que se toparon los charcos avisaban por las redes sociales de las dificultades que tenían para circular.

En esta carretera se registró un accidente, aunque se desconoce si fue en una zona de balsas y si el temporal influyó en el siniestro.

El paseo fluvial también se convirtió durante algunos minutos después de las siete de la tarde en una charca y en la Circunvalación, a la altura de la gasolinera de Repsol, los bomberos levantaron todas las alcantarillas de la acera para vaciar los charcos. Lo mismo ocurrió en el cruce de la carretera de Sevilla a la altura de la gasolinera.

En las Vaguadas, el viento derribó un árbol de la calle, aunque sin consecuencias, según informaron desde la Policía Local.

En Valdepasillas se cortó el circuito de la fuente de Isabel de Portugal porque las rachas mandaban el agua de los chorros hasta mitad de la calzada, para sorpresa de los conductores.

Además de las balsas en las arterias principales, el mapa de incidencias del último temporal apenas varía del de otras ocasiones. En Suerte de Saavedra volvió a inundarse la esquina de la calle Antonio Hernández Gil, donde los propietarios de algunos coches tuvieron que interrumpir la cena de Nochebuena para cambiarlos de sitio.

En este barrio llevan años pidiendo un nuevo colector con capacidad para acoger la afluencia que se forma tras las trombas de agua. Siempre que cae con intensidad se inundan los bajos.

En Antonio Domínguez, el punto crítico se localizó en la esquina calle El Fresno. En la semirotonda detrás del hospital Materno Infantil confluyen las correntías del recinto hospitalario y la 'autopista'.

Los vecinos actúan con previsión y ponen delante de la puerta tapas de medio metro para que no se cuele el agua en los bajos. En este barrio también piden desde hace tiempo una solución en las acometidas porque la red central se asfixia con las tormentas.

Con la borrasca ya disipada, llegó el turno para los operarios de FCC, que pasaron el día amontonando hojas. Las aceras de Pardaleras o Antonio Domínguez amanecieron ayer repletas de fronda.

De este mapa de incidencias se salvó, en esta ocasión, el Casco Antiguo. Siempre que se decreta una alarma por viento en la ciudad todas miradas se dirigen hacia las casas abandonadas que permanecen en pie. En octubre, tras la primera tormenta se vino abajo el tejado del número 48 de la calle Luis de Morales. En esta calle conviven edificios bien conservados con otros en ruina y los residentes de los primeros temen el efecto dominó de los segundos.

Antonia María explicaba ayer aliviada que los bomberos le dijeron hace meses que los días de lluvia y viento permaneciera en alerta por si escuchaba algo. Su casa se encuentra junto a otra en mal estado que ya ha dado algún susto y el martes por la tarde revisó cada cuarto de hora el muro pegado a su patio.

El invierno pasado hubo seis derrumbes, todos relacionados con la lluvia. Según cuenta Antonia María, el martes por la tarde los agentes de la Policía Local revisaron los edificios más deteriorados.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Los bomberos hacen hasta cuarenta salidas en 24 horas por el temporal