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TANIA AGÚNDEZ
Jueves, 2 de enero 2014, 14:39
El año 2014 traerá numerosas sorpresas a muchos ciudadanos y buena parte de ellas vendrán acompañadas de alegría. Es el caso del regalo que el nuevo año les ha hecho a Vanesa Gómez Galindo y Francisco Javier Ortiz Caballero, vecinos de La Morera, un municipio de la provincia de Badajoz situado a 50 kilómetros de la capital pacense.
Vanesa y Francisco Javier, que trabajan en una empresa que gestiona una residencia de ancianos y en el sector de la construcción respectivamente, han recibido 2014 con un miembro más en la familia. Su hijo Mario, que pesó 3,870 kilos, nació ayer poco después de las 12 de la noche convirtiéndose en el primer bebé extremeño nacido en este año.
«La llegada de Mario es el mejor regalo que nos ha podido dar el 2014 y la mejor forma de empezar el año. Lo mejor y más importante es que todo ha salido bien y el niño está estupendamente», explicó la madre.
El nacimiento de Mario no fue un hecho inesperado pero sí imprevisto, ya que su nacimiento se esperaba para el 25 de diciembre. «Se estaba retrasando, así que los médicos me dijeron que si para Reyes no había nacido me tendrían que ingresar», indicó Vanesa. Pero no hizo falta esperar tanto tiempo.
Cuenta que empezó sentir molestias la mañana del 31 de diciembre. «Tenía contracciones, pero eran muy irregulares», señaló. Por lo tanto, Vanesa y Francisco Javier mantuvieron los planes que tenían para esa noche: pasar la Nochevieja con sus amigos. «Habíamos quedado en cenar con ellos. De hecho, estuvimos preparando toda la comida por la tarde», manifestó.
Sin embargo, los dolores se fueron haciendo más fuertes y continuos a partir de las 17 horas. Tres horas más tarde, alrededor de las 20 horas, Vanesa y su marido optaron por trasladarse hasta el hospital Materno Infantil de Badajoz. A las 20.30 horas fue ingresada y «a partir de ese momento todo fue muy rápido», aseguró.
Ya nada fue igual para esta pareja ni para sus familiares y amigos, que estuvieron toda la noche pendientes de teléfono. Cinco minutos después de las campanadas (a las 12.05 horas) Mario abrió los ojos al 2014. «Yo lo único que hacía era mirar el reloj para ver cuándo nacía», apuntó el padre.
«La verdad es que no sabía qué hora era hasta que el personal médico lo dijo en voz alta para apuntarlo en la ficha. No me había imaginado que iba a nacer en 2014, pensaba que sería en 2013», concretó. «En esos instantes no piensas en el Fin de Año, ni en las uvas ni en la fiesta. Yo ni me acordaba. Fui consciente porque cuando me subieron a la habitación escuché los petardos. Sin embargo, todo se vive de una manera más especial. Es un momento muy bonito que de ninguna forma se olvida, pero si además se da a luz en fin de año sabes que cada Nochevieja lo que más se recordará será el nacimiento de tu hijo», agregó la madre.
Mario es el segundo hijo de Vanesa y Francisco Javier. Hace cinco años que nació Sergio, su primer hijo, experiencia que vivió de una manera muy distinta esta madre. «No ha tenido nada que ver el primer parto con el segundo. En este último he preferido prescindir de la epidural. Aunque he pasado unas horas muy duras, lo prefería así», comentó.
Apenas dos horas más tarde nacía Darío, de 3,450 kilogramos de peso, hijo de Lucia Coria y Fernando Martín. Esta pareja tampoco pudo tomarse las uvas en casa tranquilamente. Alrededor de las 22.30 horas se trasladaron al hospital Materno Infantil y allí fue ingresada la mujer, dando a luz a un varón. «Su nacimiento estaba previsto para el 25 de diciembre, pero se retrasó. Lo más importante es que el niño está muy bien», destacó Lucía, madre también de Rubén, que tiene 6 años.
Último bebé pacense de 2013
Adela vivió también una situación muy parecida. Esta pacense, vecina de pasillo de Lucía y Vanesa, dio a luz el pasado martes a una niña a la que ha llamado Adela. En su caso, fue el último bebé nacido en Badajoz en 2013.
«El parto estaba previsto para el dos de enero, pero se ha adelantado. Ya estábamos con ganas de saber cuándo se iba a producir, porque durante los últimos días estaba un poco incómoda. Además, cuando se cumple a finales de año se está más pendiente de si se atrasa o adelanta por si será el mayor o el pequeño de la clase», matizó. Finalmente Adela, de 3,430 kilos de peso, llegó al mundo a las 20.28 horas del 31 de diciembre de 2013 mediante parto natural. Al contrario que los otros padres, Adela Rosa y Francisco Toro pudieron tomar las uvas con los abuelos maternos, pero en el hospital.
«Nosotros queríamos tomar las uvas para que nos diera suerte», declaró Adela. Su hija, que tiene un hermano de 2 años, será la más pequeña de la clase «pero la más lista», apostilló la madre. «Estoy acostumbrado a estas situaciones porque trabajo en el hospital, pero es mucho más especial cuando eres tú el que estás pendiente. Estaba mucho más nervioso», matizó el padre.
Las próximas nocheviejas transcurrirán en los hogares de estos tres pequeños de un modo muy particular: soplando velas.
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