La Policía detiene a un hombre por ocultar hachís en su muleta

Un joven de 34 años de edad ha sido detenido por el Cuerpo Nacional de Policía tras descubrirse que había llenado el tubo metálico de su muleta de andar con varias bellotas de hachís.

La detención es fruto de los controles periódicos que desde hace tiempo llevan a cabo los funcionarios de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana en la barriada de Los Colorines con el objeto de prevenir y erradicar la venta de sustancias estupefacientes.

Esta intervención se llevó a cabo a las 0.45 horas de ayer en una actuación realizada en las inmediaciones de la barriada. Los agentes hacían controles aleatorios de vehículos cuando dieron el alto a un todoterreno con matrícula portuguesa en el que viajaban tres personas.

Los policías sospecharon de ellos por las «extremas medidas de seguridad» que adoptaron para entrar y salir de Los Colorines. Por esta razón les dieron el alto. Querían realizar un cacheo superficial de seguridad de todos los ocupantes e inspeccionar el interior del vehículo.

Esa revisión inicial permitió localizar una pequeña bolsa con una sustancia que parecía ser marihuana en el bolsillo interior de la chaqueta de uno de los ocupantes del coche.

Dada la actitud extremadamente nerviosa de esta persona, la cual caminaba ayudada por unas muletas, fue sometido a un registro más exhaustivo por los agentes policiales. Fue entonces cuando se descubrió que en el interior de una de las muletas se ocultaban once 'bellotas' de una sustancia que parecía ser hachís. Sumaban 115 gramos de peso en total.

Al ser preguntado el portador de las muletas por el destino de la droga, él mismo manifestó que la había comprado para venderla en una fiesta. Por estos hechos se le imputa un presunto delito contra la salud pública. El arrestado es un ciudadano de nacionalidad portuguesa de 34 años de edad que fue trasladado a la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, donde se instruyen las diligencias para su puesta a disposición judicial.

La Policía Nacional ha explicado que esta intervención es fruto de los frecuentes controles de vehículos que se realizan en la zona de Los Colorines. Cada dispositivo de vigilancia dura solo unos minutos, puesto que su prolongación en el tiempo les resta efectividad. Además, no se para a todos los vehículos que transitan por la zona vigilada, sino a los que despiertan algún tipo de sospecha.