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EVARISTO FERNÁNDEZ DE VEGA
Domingo, 12 de enero 2014, 09:51
Juan Gutiérrez lleva 40 años en el Cuerpo Nacional de Policía. Afable en el trato y de ademanes tranquilos, desde el año 1979 pertenece al área de automoción de este cuerpo policial. Su puesto concreto lleva la denominación de 'técnico de seguridad vial' y entre sus tareas tiene la misión de enseñar a conducir a los agentes que ingresan en el Cuerpo. «Aun teniendo ciertos privilegios a la hora de conducir, yo siempre dejo claro que un vehículo de emergencias nunca debe invadir un cruce sin tener la certeza de que el resto de los conductores te han visto».
Esa reflexión, junto a otras muchas que ha aprendido en su larga trayectoria profesional, las ha compartido esta semana con el grupo de voluntarios que conduce las ambulancias de Cruz Roja en la ciudad de Badajoz. El curso de formación se ha realizado estos días y eso explica la gran cantidad de sirenas que se escucharon en el casco urbano de Badajoz.
«Cada alumno ha recibido una parte teórica sobre la normativa de conducción de vehículos de emergencia. Ahí se insiste en la necesidad de respetar el código de circulación para evitar accidentes», recalca Juan Gutiérrez, que no ha dudado en subir a la ambulancia para acompañar a los voluntarios.
Uno de sus alumnos ha sido Francisco García Álvarez. Tiene 30 años y trabaja como operador de Cruz Roja en la sala del 112, desde donde coordina a sus compañeros cuando se precisa que intervengan en alguna emergencia.
Esa es su función habitual, pero siempre que puede participa también como voluntario en el servicio de Socorros y Emergencias que presta Cruz Roja. «Yo, gracias a Dios, no voy con tensión. Suelo circular tranquilo porque sé lo que llevo entre manos, pero sí es cierto que algunos conductores se ponen nerviosos cuando escuchan las sirenas y entorpecen más que ayudan».
Francisco no oculta que a veces desearía llegar más rápido al lugar de la emergencia, pero asume que por encima de todo está la seguridad. «Conmigo vienen tres compañeros y muchas veces también hay un paciente. En esos momentos debes tener claro que puede que no llegues al sitio si no conduces con seguridad».
Momento de tensión
En las prácticas que realizó el pasado miércoles, este joven vivió un momento de tensión. «En un 'Stop' hemos tenido que frenar porque se nos venía un coche encima. De estas cosas vas aprendiendo».
Para el instructor Juan Gutiérrez, ese tipo de situaciones son relativamente frecuentes y en ocasiones le gustaría tener a su disposición el pedal con el que cuentan los vehículos de autoescuela. «Yo confío en la pericia de los alumnos. Nunca sabes la reacción que van a tener, pero la experiencia te hace intuir su reacción. Eso ayuda mucho».
El curso que ha impartido esta semana en Badajoz el Cuerpo Nacional de Policía se enmarca en la continua colaboración que mantiene con Cruz Roja, cuyos técnicos forman a los agentes policiales en asuntos sanitarios básicos como el uso de un desfibrilador. Como contrapartida, la Policía realiza este curso de 'Conducción de vehículos de emergencia' y otro de técnicas de defensa personal en el que también se prepara a los voluntarios de Cruz Roja para saber reaccionar si se produce algún altercado mientras realizan intervenciones.
Recrear situaciones reales
Los 15 conductores voluntarios han recibido una formación de 20 horas. La parte teórica se ha impartido en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, mientras que las prácticas han tratado de «recrear al máximo las situaciones reales en las que los alumnos tendrán que desarrollar su profesión».
Para Mikel Cortés, que tiene 25 años y es voluntario de Cruz Roja desde hace un año, las enseñanzas recibidas son un verdadero revulsivo. «Es la primera vez que me monto en una ambulancia, aunque reconozco que a mí me gusta conducir. Saber que puedes ayudar a personas llevando un vehículo sanitario es muy importante para mí, porque estoy parado y la cabeza da demasiadas vueltas si no estás ocupado en algo que te llene».
Tanto él como los 14 compañeros que asisten al curso cuentan con el carné BTP, el tipo de licencia que se exige a las personas que utilizan vehículos de emergencia. «Tiene una formación un poco más específica que el carné normal, pero las prácticas son iguales. También se necesita una determinada antigüedad en el carné de coches», aclara Juan Gutiérrez.
Estos días, las sirenas que han recorrido la ciudad sólo estaban de prácticas. Pero a partir de ahora cada vez que salga una ambulancia de Cruz Roja a la calle será para atender una emergencia real. De la pericia de los conductores y de la colaboración ciudadana dependerá que lleguen a su destino con rapidez.
«Nuestra misión es apoyar a los servicios del 112. Durante los fines de semana casi siempre estamos de servicio y actuamos en Navidad, en carnaval y en la feria. También nos comisionan a veces para apoyar en incidentes graves como un incendio o un accidente con muchas víctimas», concluye Víctor Domínguez, responsable de Emergencias de Cruz Roja en Badajoz.
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