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FERNANDO GALLEGO
Viernes, 31 de enero 2014, 08:44
Bernardo Plaza jugaba con el niño en casa. De fondo, la goleada del Barça al Levante en Copa. O tal vez, Anna Karenina. Daniel Martín paseaba por Cáceres con su primo Pepe, trabajando para el Grupo Abeto. Pero fue enterarse de la desvinculación de Toni Moreno (Cáceres, 1981) del Cacereño y coger al móvil por el cuello. Más que nada, para acelerar la insistencia. Y ya ven, le convencieron.
En la mañana de ayer, el artífice de cuatro ascensos consecutivos en las últimas cuatro temporadas que jugó en Tercera les dijo que sí, que vale, que aceptaba. Y entonces Bernardo Plaza cerró el círculo: el único jugador que se le resistió en verano fue precisamente Toni. Pues ya lo tiene. La plantilla que quería a su disposición. Lo que aumenta la presión y el favoritismo del equipo, que tal vez disponga del mejor plantel de la categoría.
«Lo que nos hace es mucho más fuerte y competitivos», aclara el técnico emeritense. «Eso sí, los pies en el suelo y la humildad por delante. Que haya venido Toni significa que tenemos que trabajar aún más». Puede jugar el nuevo delantero del Mérida en punta de ataque o por detrás. Lo que significa que a veces jugará con Sunny y a veces con Alejo (sin olvidar a Pisky y la posibilidad de banquillo). O sea que Troiteiro caerá a una banda o conformará un triángulo con Santi Amaro y Chiettino, como en Don Benito. Y se sacrificará por tanto a un jugador de banda. «Con el nivel que hay, van a jugar todos. Todos mis futbolistas tendrán minutos. Tenemos tantas variantes...» piensa el Plaza.
Los dos clubes que más han insistido por Toni han sido el Badajoz CF (donde comparte amistad con Nauzet, Ruby, Chino, Alcázar...) y el Mérida (donde están Cristo, Jonhy, Manu...). Pero el ariete cacereño, antes que mirar la cifra de la nómina, ha antepuesto todo lo que rodea al club: «Lo que más ha pesado, por delante del dinero, han sido el proyecto deportivo que me han contado y el apoyo de la afición. Uno ve imágenes, lee periódicos y se da cuenta del despertar de la gente por este equipo. Eso ayuda a decidirse».
Tras 181 goles en Tercera con Miajadas, Cacereño, CD Badajoz, Sporting Villanueva y Arroyo y tres en Segunda B con, precisamente, Cacereño y Arroyo, el jugador ancla en el Romano «para ayudar en lo que podamos, no sólo goles. Daré mi granito de arena para conseguir el objetivo».
Su nombre es sinónimo de ascenso. Lo consiguió en el Cacereño de Alcázar en junio del 2009, en el CD Badajoz de Adolfo Muñoz en mayo del 2010, en el Sporting Villanueva de Alcázar en junio del 2011 y en el Arroyo de Juan Marrero en mayo del 2012. Cuatro ascensos consecutivos. Por eso las cifras y estadísticas reflejan que le ha ido muchísimo mejor en Tercera que en Segunda B. «No he contado con los minutos deseados en el Cacereño y hay que buscar otras salidas. No me gustaba moverme de mi casa, pero tengo una edad en la que necesito jugar porque ya me quedan pocos años de fútbol. Y quiero disfrutarlo al máximo».
Llega en forma, así es que Bernardo Plaza ya lo podría utilizar el domingo (17.00) ante el Díter Zafra en el Romano. La euforia se ha disparado. Normal: el Mérida ya lo tiene todo.
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