La ermita del Berrocal se clausura por su mal estado

El mal estado de la cubierta de la nave de la ermita del Berrocal, de Belvís de Monroy, ha llevado al nuevo párroco del municipio a decidir su clausura temporal, hasta que puedan realizarse las correspondientes obras de restauración. De ahí los actos que tuvieron lugar el domingo en la propia ermita, con la presencia de numerosos vecinos.

Hace unos meses este mismo diario recogió una buena noticia relacionada con la conservación del rico patrimonio histórico-monumental de Belvís, como fue la restauración de la cubierta de la iglesia parroquial por cuenta del Obispado de Plasencia, tras comprobar este el estado en que se encontraba el templo.

Sin embargo ahora, y sin abandonar el contexto del conjunto patrimonial de esta antigua villa, tenemos que traer una noticia más triste. La clausura temporal de la ermita de Nuestra Señora del Berrocal (S. XIV), cuya imagen -que hasta el domingo se guardaba entre sus muros- fue motivo de gran devoción en toda la comarca del Campo Arañuelo y en los pueblos del antiguo señorío de Belvís de Monroy, y a cuyo amparo fueron en 1500 los frailes fundadores del convento de San Francisco, cuna de la evangelización de Centroamérica.

Debido al mal estado que presenta la cubierta de la nave el nuevo párroco de Belvís-Casas, Francisco Torres Ruíz, ha tomado la decisión de clausurarla de manera cautelar hasta que puedan realizarse obras de restauración. Por ese motivo en la mañana del domingo, Día de las Candelas, se ofició la última misa en la ermita, para trasladar a continuación la imagen de la virgen en procesión hasta el templo de la parroquia matriz de Santiago Apóstol, donde quedará custodiada de manera provisional.

Falta de medios

El problema que se plantea ahora es el de la falta de medios para acometer los trabajos de restauración necesarios, aunque varias asociaciones vinculadas a las parroquias de Belvís y Casas de Belvís ya llevan algún tiempo recabando fondos. Se espera que la iniciativa llegue a buen fin dada la devoción que sienten por la virgen y su parroquia.