"Bajó corriendo las escaleras y no paraba de caer sangre"

«Ella bajó corriendo las escaleras. Se tapaba la cara con las manos y no paraba de salir sangre. En la calle empezó a pedir ayuda, intentando parar a algún coche, y después se tiró al suelo. Luego ya vino la ambulancia que la llevó al hospital y la policía». La vecina de la calle Juan Solano Pedrero (Nuevo Cáceres), lo cuenta al Diario HOY frente a la entrada del número 32 (el edificio 'Manuela de Ovando'), mientras una trabajadora de una empresa de limpieza quita los restos de sangre del suelo del portal con agua y amoniaco.

El rastro de sangre comenzaba en el piso 2ºC, en donde ella trabajaba por horas como limpiadora de hogar. Tiene 34 años y según dos fuentes consultadas es de nacionalidad rumana. En esa vivienda residen una mujer mayor y su hijo de 42 años, Gustavo C. S. que está en paro y sufre una enfermedad mental.

Fue pasadas las diez de la mañana de ayer cuando la limpiadora fue presuntamente atacada por Gustavo, hiriéndole con un cuchillo en el cuello y en la espalda.

Ella fue trasladada en ambulancia al Hospital San Pedro de Alcántara, en donde permanece ingresada. Su estado es grave pero estable; no se teme por su vida, aunque se piensa que podría padecer secuelas.

Según los testimonios de los vecinos, tras la agresión, la madre de Gustavo sufrió un ataque de ansiedad, mientras él no socorrió a su víctima. Se marchó de su casa y se fue a la cercana tapería Oaxaca, ubicada en el número 22 de la calle del mismo nombre, de la que era cliente habitual. Cuentan en la tapería que Gustavo solía ir todos las mañanas, alrededor de las nueve, a tomar un café con leche. «Es un hombre muy correcto, educado. Echa el pitillo en la calle y pasea un perro pequeño. Daba la impresión de que se aburría mucho, pero aquí nunca se ha metido con nadie, es muy correcto. No bebía alcohol».

Los vecinos aseguran que nunca cometió un hecho violento contra alguien, «es la primera vez que hace mal a otra persona, al único al que había hecho daño es a sí mismo».

Tomar café

Ayer tampoco faltó a tomar el café con leche a las nueve de la mañana, volvió a su casa y según todos los indicios, acuchilló a la empleada de hogar, volviendo otra vez a la tapería Oaxaca. «Cuando volvió se puso a hablar con unos clientes y no tomó nada -cuenta el dueño de la tapería-, mi mujer le dijo que tenía sangre en una mano, y él se la limpio diciendo que era de una pequeña herida entre los dedos. Vinieron varios policías y le dijeron, 'queda usted detenido', y se lo llevaron a la Comisaría que está aquí al lado».

Por la tarde seguía en Comisaría. La autoridad judicial tendrá que decidir qué hacer con él, aunque lo más seguro es que ingrese en un centro psiquiátrico. Gustavo tiene una enfermedad mental y llevaba un tiempo sin tomar la medicación.

Se da la circunstancia de que el acusado de acuchillar a la empleada de hogar es hijo del que fuera conocido escultor de Cáceres Gustavo Castaño Velayos. Profesor de Dibujo en la Escuela de Maestría Industrial de Cáceres y en el Instituto Politécnico Javier García Téllez, creó lo que dio en llamar 'pintu-esculturas'. Realizó la escultura El Pensador, ubicada desde el mes de abril de 1980 en la avenida de España, en el cruce con la calle Gómez Becerra. Gustavo Castaño Velayos murió en septiembre del año 2008.