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Se juega mucho versus se juega poco
SEGUNDA b

Se juega mucho versus se juega poco

Mientras el Cacereño necesita reencontrarse con el triunfo en casa para recortar distancias, el Melilla está tan lejos de arriba como de abajo

FERNANDO GALLEGO

Domingo, 23 de febrero 2014, 12:03

Las dos últimas citas en el Príncipe Felipe le deben servir de aprendizaje al Cacereño. Hace un mes, ante el Lucena, salió a madurar el partido, sin prisas, tanteando al rival y a la situación... y cuando se dio cuenta ya perdía 0-2, en las dos primeras llegadas de los visitantes. Con el marcador en contra, aceleró, pero pudo más la ansiedad que el fútbol. Y hace quince días, frente al Albacete, sufrió en primera persona lo que significa realmente salir a por un partido: en la primera jugada 0-1, a las quince minutos 0-2 y a la media hora 0-3. Moraleja: si el Cacereño se juega mucho y el Melilla casi nada, es el equipo de Ángel Marcos el que le tiene que meter intensidad y nervios desde el principio al partido.

Si lo hace, tendrá muchas más posibilidades de ganar que de pinchar. Si se decide, en cambio, por madurar el partido, puede ganar, o puede que se le queden al final corto los noventa minutos, o puede que el Melilla le sorprenda y le entren luego las prisas y la angustia, con lo malas consejeras que son. En fin, que Marcos y su cuerpo técnico sabrá qué le conviene más.

Da igual que juegue de inicio con Dani Pérez en el mediocentro o que lo haga con Gaspar al lado de Checa y Pizarraya por la izquierda. «Nosotros jugamos siempre igual. El que pierde el balón es el que empieza la presión. No tenemos presión baja, alta o media. Jugamos de la misma manera en casa que fuera, jueguen los hombres que jueguen», explica el técnico verde, que no podrá contar con los lesionados Aarón Fernández, Belforti, Miguel y Medina.

Lo cierto es que el Cacereño necesita ganar de una vez por todas en casa para recortar distancias respecto al playoff y que el Melilla está tan desahogado por abajo como falto de estímulos por arriba, con lo negativo y positivo que resulta eso a la vez. Al jugar sin presión, puede que lo borden o puede que le pasen por encima.

«El Melilla siempre ha sido un equipo potente, con buenos jugadores de la categoría que nos gustaría tener a la mayoría», descifra Marcos. «Es verdad que tiene cierta irregularidad: es capaz de ganar 1-6 fuera de casa como perder 7-0. Puede ganar en campo de La Balona y perder en casa con uno de los de abajo. No sé la causa de esa irregularidad. Pero sé que si les dejas manejar el partido, no te van a fallar. Lo digo por experiencia». Sí sabe, en cambio, cómo va a ser el Cacereño el técnico del Melilla, Juan Moya: «Es un equipo muy sabio, muy agresivo y que tiene mucha paciencia. No le entran las prisas por ganar». «En la primera vuelta, sin ir más lejos, llegaron una vez y se llevaron el partido que habíamos controlado nosotros», recuerda Mahanan.

Viaja el Melilla con las importantes bajas de Nando y Sufian, pero con el recuperado David Vázquez y el extremeño Fran Miranda, «uno de los futbolistas más importantes del grupo», le halaga su técnico.

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