

Secciones
Servicios
Destacamos
L.C.
Martes, 11 de marzo 2014, 10:13
Juana Tovar Casares, de 85 años, se disponía ayer a prepararse el desayuno, en su vivienda de Casar de Cáceres, cuando una deflagración producida por una acumulación de gas butano en una pequeña cocina estuvo a punto de costarle la vida. Ya habían dado las nueve de la mañana y, afortunadamente, todo quedó en un susto importante, aunque Juana tuvo que ser ingresada en el Hospital Virgen de la Montaña de Cáceres donde se encuentra la unidad de quemados. Por la tarde permanecía ingresada.
Sus heridas no revisten gravedad en cualquier caso. La más importante es una brecha en la cabeza producida muy probablemente por uno de los cascotes de la pared que se vino a bajo como consecuencia de la deflagración. El hecho de que la pequeña cocina estuviera ubicada en el patio de la casa, y no en un interior, pudo aminorar la efectos del siniestro, que originó la lógica alarma entre los vecinos de Casar de Cáceres más próximos.
Principalmente los de la calle El Cura, 53, por donde tiene acceso la cochera y el patio donde tuvo lugar el accidente, aunque la vivienda tiene su entrada principal por la calle Larga Alta número 86.
La bombona de butano no llegó a explotar. Los bomberos desplazados desde Cáceres no llegaron a intervenir, aunque revisaron el estado general del inmueble, pues no había llamas y a Juana ya la trasladaban al centro sanitario de Casar de Cáceres. Allí, a la vista de su estado, con la ropa chamuscada, la brecha en la cabeza y un lógico cuadro de confusión, se decidió su traslado a Cáceres.
La octogenaria vive sola en la vivienda. A falta de un estudio más pormenorizado que explique las razones del accidente, lo más probable es que la cocina quedara abierta durante la noche, lo que produjo la acumulación de gas cuando la mujer fue a utilizarla de nuevo en la mañana de ayer.
Propio pie
Juana consiguió salir por su propio pie de la vivienda, según contaron algunas vecinas de la calle El Cura. «La mujer ha vuelto a nacer» aseguraba una de ellas. «Dice que ha encendido el butano cuando ha pasado todo, y es que debió dejarse la bombona encendida toda la noche», indican los mismos vecinos, que le vieron la ropa quemada y la herida en la cabeza.
Hasta el lugar del suceso se trasladaron, además de los bomberos, miembros de la Guardia Civil y Policía Local, así como ambulancias.
El suceso provocó un gran revuelo en la calle, donde se podían ver cristales rotos y trozos de persiana esparcidos por la vía. «Nos hemos llevado un buen susto», reconocía el vecindario.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las olimpiadas de la FP cántabra
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.