Borrar
Directo Viernes Santo: la Soledad, lista para escenificar el Descendimiento en Cáceres y el Santo Entierro, suspendido en Badajoz
«Para extremeños y alentejanos, la frontera es algo artificial»
Extremadura y Alentejo La realidad actual

«Para extremeños y alentejanos, la frontera es algo artificial»

«En Historia no hay cuestiones cerradas», afirma, sobre la cuestión de Olivenza, el experto luso invitado a Aula HOY Antonio Ventura Historiador. Catedrático en la Universidad de Lisboa

ANTONIO ARMERO

Domingo, 16 de marzo 2014, 10:08

El currículum de Antonio Ventura justificaría no una, sino varias conferencias. En Extremadura dará dos, una en Cáceres y otra en Badajoz, dentro del ciclo Aula HOY, tituladas 'Extremadura y Alentejo en la historia militar de España y Portugal'. Catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Lisboa, Ventura (Portalegre, 1953) ha publicado sesenta libros y más de trescientos artículos. Es académico de número de la Academia Portuguesa de Historia, y ha dado charlas, entre otros países, en España, Portugal, Francia, Italia, Suiza, Luxemburgo, Estados Unidos, Canadá, México, Polonia, Bélgica, China y Rusia, siempre desentrañando claves de la Historia relacionadas con Portugal.

-¿Hasta qué punto han sido importantes las regiones de Extremadura y Alentejo en la historia de los conflictos entre España y Portugal?

-Extremadura y Alentejo son regiones vecinas con características que hacen que sea difícil distinguir cuándo termina y empieza la frontera. Naturalmente que, para los extremeños y alentejanos, la frontera es algo artificial. Hay una historia común, hasta la definición de los reinos peninsulares, y, a partir de entonces, la región fue palco frecuente de conflictos bélicos, pero también de momentos de gran proximidad y entendimiento. Recuerdo por ejemplo el matrimonio del rey portugués Manuel I con Isabel, hija de los Reyes Católicos, en Valencia de Alcántara, en el año 1497.

-¿Esa importancia se explica fundamentalmente por su ubicación geográfica o hay otros factores que hayan pesado tanto o más?

-La geografía es determinante. Pero no olvidemos que hay muchas características comunes en las formas de vida, como la gastronomía, por citar una. Además, las relaciones entre los dos lados de la frontera tuvieron, en el pasado, otras manifestaciones, como los matrimonios mixtos, gente que trabaja en el otro país, el contrabando. Sobre esto hay diversos estudios muy interesantes.

-¿Es posible elegir, por su trascendencia, uno o dos episodios protagonizados por Extremadura y Alentejo a lo largo de la historia militar de España y Portugal?

-Elegiría la Guerra Peninsular, que en España es conocida como Guerra de la Independencia. En esa época, de 1807 a 1812, hubo una relación muy estrecha entre Alentejo y Extremadura, en la lucha contra los franceses, con una participación importante de españoles en la lucha en Portugal, y después de portugueses en la lucha en España. Recordemos los sitios de Badajoz o La Albuera. Es un momento de unidad contra un enemigo común.

-En el contexto actual, que en el ámbito militar es muy diferente al de épocas pasadas, ¿qué rol deben jugar Extremadura y Alentejo en las relaciones militares entre España y Portugal?

-Hoy en día las cuestiones militares no tienen gran importancia. No es necesario defender la frontera, y lo que sí importa es eliminar las barreras entre los pueblos, como se ha hecho de forma parcial. El camino es el de la integración y el de las relaciones cada vez más profundas entre dos pueblos que se conocen hace muchos siglos y que siempre han sabido superar momentos de confrontación y sustituirlos por otros de amistad y de buena vecindad. El futuro es de fraternidad y de hermanamiento.

-No es una cuestión que esté encima de la mesa de las relaciones bilaterales España-Portugal, pero sí es un episodio de la historia que sigue ahí, podríamos decir que de forma latente. Me refiero a la cuestión de Olivenza. ¿Se ve con distintos ojos desde el lado portugués que desde el español?

-Por supuesto que toda realidad tiene siempre dos o más formas de ser vista. Es lo que ocurre con la llamada cuestión de Olivenza. Todo depende del punto desde el que se mire, y de los argumentos de carácter histórico, jurídico, político y consuetudinario con que se aborde.

-Sobre esto mismo, ¿es un asunto resuelto o cree que deparará novedades en el futuro, en la Historia que está por escribir?

-En Historia no hay cuestiones resueltas. Quién diría, hace treinta años, que Europa iba a conocer profundas alteraciones en sus fronteras que ocurren en nuestros días. Creo que lo que más importa es escuchar y seguir la voluntad de los pueblos.

-¿Están ahora Extremadura y Alentejo más cerca que nunca? En términos de relaciones sociales, de proximidad más allá de lo físico.

-Creo que sí. Más que nunca, las relaciones que siempre fueron estrechas entre los dos pueblos se profundizan cada día. Yo, que soy de una ciudad a unos treinta kilómetros de la frontera, me habitué a ir a Extremadura desde muy niño. Se profundizan, decía, cada día que pasa en los planos comercial, científico, universitario, político y de ciudadanía. En una Europa de regiones, cada vez más, Alentejo y Extremadura deben profundizar en sus relaciones y intensificar las iniciativas conjuntas.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy «Para extremeños y alentejanos, la frontera es algo artificial»